domingo, 28 de junio de 2020

La crítica literaria según Cervantes

José Pedro Costigliolo
Don Quijote y Sancho Panza
José Pedro Costigliolo (1902-1985)

Muchos de los estudiosos de la Física, coincidimos que entre más precisa sea la medición, mejor serán los datos para obtener una conclusión verdadera. Tycho Brahe tenía una idea muy clara de eso. Su observatorio Uraniborg fue una muestra de ello. En ese lugar Kepler obtuvo los datos con los cuales generó las ideas-bases de la astronomía actual.


¿Qué es medir? Es comparar. El patrón con el que midamos es fundamental para saber si nuestra percepción, sobre un objeto o evento, es verdadera. En el caso de la crítica literaria, el patrón de medición puede ser un libro o un autor: «… hay quien es más sabio que otro y que quien es más sabio es medida…», nos dice Sócrates en el Teeteto de Platón y Miguel Cervantes Saavedra, como lo muestra en el capítulo sexto de su obra El ingenioso hidalgo de Don Quijote de la Mancha, (cabe destacar que la obra kepleriana es contemporánea a la de Cervantes y posiblemente se viera influenciado por ésta) parece no alejarse mucho de esa idea.


En dicho pasaje, el cura y barbero, junto con la sobrina de Don Quijote y su ama de casa, entran a la biblioteca del Ingenioso Hidalgo para decidir cuales libros mandarán al corral de las gallinas para quemarlos, esto a causa de que creían que esos textos eran culpables de la locura de Don Quijote: «... el ama los vió, volvióse a salir del aposento con gran priesa, y tornó luego con una escudilla de agua bendita y un hisopo, y dijo: tome vuestra merced, señor licenciado [el cura]; rocíe este aposento, no esté aquí algún encantador de los muchos que tienen estos libros, y nos encanten en pena de la que les queremos dar echándolos del mundo. Causó risa al licenciado la simplicidad del ama..." El ama no estaba tan lejos de esa aseveración. En el documental The Mindscape of Alan Moore, el creador de Watchmen, V de Vendetta, La liga de los caballeros extraordinarios, entre otros cómics de crítica social y científica, nos plantea que el escritor es un hechicero que con la palabra tiene la capacidad de cambiar los pensamientos y acciones de sus lectores. ¿Quién puede superar ese hechizo sino es aquel que tiene el conocimiento para discernir sobre la forma y contenido en una obra y no caer embelesado por la primera percepción? En este caso el cura tenía ese poder y acompañado del barbero, quien en la época de Cervantes representaba el complemento práctico al conocimiento teórico del cura, empezaron a configurar algunos criterios para decidir que libros salvar.


Uno de los criterios para la salvación de una obra es que sea la primera en su género. Así se salvó Los cuatro de Amadís de Gaula que «… fue el primero de caballerías que se imprimió en España, y todos los demás han tomado principio y origen de este…» A partir de ese patrón de medida se irán salvando las segundas o no por disparatadas, arrogantes, la sequedad de su estilo entre otros adjetivos que se le puede dar a la técnica o idea que plasme el autor. También hay que destacar las reflexiones que tienen el barbero y el cura sobre los autores que pretenden escribir en un idioma que no sea el natal: «... lo mismo harán todos aquellos [ir al corral de las gallinas] que los libros de verso quisieren volver en otra lengua, que por mucho cuidado que pongan y habilidad que muestren, jamás llegarán al punto que ellos tienen en su primer nacimiento.» Hablando de versos ¿desde qué postura hacer crítica a la poesía? A pesar de que el cura y barbero pretendieron salvar los libros de poesía, la sobrina de Don Quijote advirtió sobre el peligro de ese género: «Bien los puede vuestra merced mandar quemar como a los demás, porque no sería mucho que habiendo sanado mi señor tío de la enfermedad caballeresca, leyendo estos se le antojase de hacerse pastor, y andarse por los bosques y prados cantando y tañendo, y lo que sería peor, hacerse poeta, que, según dicen, es enfermedad incurable y pegadiza.» Dejando en claro que el mayor peligro de la poesía es convertirnos en poetas.


Así sigue el capítulo hablando sobre el crítico cuando, influenciado por la amistad, habla bien de un libro, o cómo es la autocrítica, tan difícil no elogiarse en ella. Al final Cervantes veía al crítico de la siguiente manera: «Todo lo confirmó el barbero, y lo tuvo por bien y por cosa muy acertada, por entender que era el cura tan buen cristiano y tan amigo de la verdad, que no diría otra cosa por todas las del mundo.» El crítico es el guía ético de la verdad: ¿cuántos conocemos que se han desviado de su responsabilidad y se han vendido por fama, fortuna o una beca?


Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca

51 7 50 87

domingo, 14 de junio de 2020

La educación y la libertad de expresión

Mujer leyendo (1879)
Edouard Manet


De acuerdo con el Teeteto de Platón, la opinión es la base de la libertad de expresión. En esa obra, Sócrates propone una definición de ese concepto:


«Sócrates: […] hemos adelantado lo suficiente como para no buscarlo [el saber] de ninguna manera en la percepción [los sentidos cerebrales y las emociones], sino en aquella otra actividad que desarrolla el alma cuando se ocupa en sí misma y por sí misma lo que es.

Teeteto: Yo creo, Sócrates, que esta actividad del alma se le llama opinar.»


Si entendemos al alma como conocimiento, entonces la opinión es la expresión del conocimiento que un sujeto posea sobre un tema. Si la opinión es verdadera, el ejercicio de la libertad de expresión es más útil para conocer y resolver los problemas de las situaciones que se nos presentan. Sócrates dice: «… la opinión falsa es una opinión errónea que se produce cuando alguien confunde en su pensamiento dos cosas, ambas existentes, y dice que una es la otra.» Por lo tanto, para ofrecer una opinión verdadera, debo tener claro los conceptos que surjan de un acontecimiento. La libertad de expresión, a través de la opinión del sujeto, aportará al planteamiento y la solución de los problemas urgentes y emergentes de la sociedad, cuidar que la opinión sea verdadera es la base de un buen ejercicio de la libertad de expresión.


El sujeto que posea conocimiento sobre un acontecimiento puede ofrecer opiniones verdaderas para plantear y solucionar problemas. Por ello la libertad de expresión es un derecho que conlleva una gran responsabilidad. Si la opinión es falsa sólo enturbiará más una situación y prolongará el padecimiento de los problemas que surjan de ella. Ejercer de forma maliciosa la libertad de expresión (la propagación de noticias falsas, información que genere pánico y confusión) es un atentado contra la humanidad. Por lo anterior, es pertinente y necesario, no sólo informarse, sino investigar sobre lo que deseamos opinar.


La escuela es donde probamos nuestro conocimiento y nos dotamos de herramientas para dar opiniones verdaderas. En ella se expresa la educación la cual dota al sujeto de referentes teóricos, empíricos y artísticos que le ayudan a poseer una visión sobre el mundo que lo rodea. Entonces la educación, como herramienta para lograr una opinión verdadera, ayuda al uso de la libertad de expresión. Cómo podría ayudar el docente en el uso de la libertad de expresión.


Si la opinión verdadera se logra a través de la investigación entonces el papel del docente es apoyar en el desarrollo de habilidades de pensamiento y operativas del estudiante para que éste haga preguntas, determine caminos para resolverlas a través de la realización de tareas bibliográficas (lectura y redacción de textos), de campo (entrevistas y encuestas), de experimentación (natural y social), de medición y cálculo (registro en tablas y uso de algoritmos), de diagramas y dibujos (realización de gráficas y modelos) y de exploración (salidas a lugares características de la comunidad y el registro en bitácoras). Éstas ayudarán a que el estudiante pueda formarse una opinión con base en la posesión de un saber sobre el acontecimiento que vive. Entonces la opinión del estudiante, a través de la investigación escolar, lo dota de una capacidad para ejercer su libertad de expresión para el beneficio colectivo.


Los docentes tenemos una gran responsabilidad con el cómo las comunidades procesan la información que les llega. Por ello debemos informarnos, ser sensibles a las necesidades de los estudiantes bajo nuestra guía y dotar de las mejores herramientas para que lxs niñxs y jóvenes puedan enfrentar esta crisis civilizatoria que padecemos. Además de organizar a las comunidades escolares para que exijan al Estado las condiciones mínimas para que éstas enfrenten los embates de las hienas empresariales que quieran aprovecharse de la situación y establezcan las bases para una nueva sociedad, un nuevo sistema, más allá de una nueva normalidad.


Raúl Fierro 

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca

51 7 50 87

jueves, 11 de junio de 2020

Georges Lemaître: el científico-sacerdote

Fuente: https://chile.as.com/


Este año se cumplen más de cinco décadas de una de las pruebas más contundentes contra la idea de que el universo se generó de forma espontánea: el descubrimiento de Arno Penzias y Robert Wilson: la radiación de fondo cósmico de microondas. Esta radiación, que permea todo el universo, es luz remanente del evento que se cataloga como “Big Bang” el cual dio origen a nuestro universo. Esta luz invisible a nuestros ojos, como la que sentimos al poner nuestra mano encima de una fogata, se predijo a partir de las ecuaciones de la relatividad general de Einstein.


La relatividad general dicta que la fuerza de gravedad es consecuencia de una deformación del espacio-tiempo a causa de la masa de un objeto. Es una explicación tan sencilla que se podría ejemplificar de la siguiente manera: Acuéstate sobre tu colchón, pon una canica cerca de tu cuerpo, ésta se desplazará hacia ti, en cierta forma podemos decir que la estás atrayendo, así actúa la gravedad desde la teoría de Einstein. Si el objeto es muy masivo, como nuestro sol, el tiempo “visto” desde un observador en la Tierra, “camina” de forma más lenta que si nos encontramos cerca del Sol.


Un evento que explica la relatividad general es el origen de nuestro universo. Las ecuaciones de esta teoría, nos dice que el universo estuvo concentrado en un punto. Esta interpretación, la hizo un sacerdote jesuita: Georges Lemaître. Sus motivaciones fueron religiosas y éstas se materializaron en una lógica matemática y metodología científica.


Las observaciones astronómicas en la década de los treinta de Edwin Hubble, quien también fue un gran boxeador (sus promotores querían que peleará contra Jack Johnson en ese entonces campeón mundial de pesos pesados), hicieron constatar a los físicos que el universo se expande. El sacerdote-científico Georges Lemaître, quien basó sus suposiciones en las preguntas que arrojaba la filosofía tomista la cual plantea que el universo empezó como un átomo primitivo, encontró en las ecuaciones de Einstein una base teórica-matemática sobre la cual dio forma a sus suposiciones y a los datos experimentales de Hubble. El Papa Pío XII quiso aprovechar este trabajo para apoyar sus ideas religiosas. Lemaître le previno de hacer esto. Para Lemaître la religión y la ciencia tienen diferentes propósitos para el conocimiento, pero se complementaban en una gran cosmovisión: "Yo me interesaba por la verdad desde el punto de vista de la salvación y desde el punto de vista de la certeza científica. Me parecía que los dos caminos conducen a la verdad, y decidí seguir ambos. Nada en mi vida profesional, ni en lo que he encontrado en la ciencia y en la religión, me ha inducido jamás a cambiar de opinión", dijo Lemaître en una entrevista para The New York Times que se tituló “Dos caminos a la verdad”. El siguiente paso sería convencer a sus colegas científicos de que la teoría era correcta.


El nombre de la teoría del Big Bang se lo designó el físico Fred Hoyle, quien fuera uno de los grandes enemigos de esta teoría. En una serie de conferencias de la BBC como conductor emergente, a pesar de la advertencia de un productor que pegó la nota “No llamen a este hombre” en la ficha de Hoyle, este gran físico hizo lo posible por aportar pruebas lógicas en contra de la teoría del Big Bang pero en ciencia el experimento tiene la última palabra.


La radiación (luz) que detectaron Arno Penzias y Robert Wilson, a través de radiotelescopios que aves bombardean a diario con lo que ellos llamaron “material dieléctrico blanco” (excremento de pájaro), ofreció una prueba de que el universo es dinámico no estático, después de treinta años de discusiones entre Einstein, férreo enemigo del Big Bang, y Georges Lemaître.


Creo que la pelea será eterna entre estos dos conocimientos (la ciencia y la religión), sin embrago se complementan como nos lo dice Georges Lemaître, autor del nuevo génesis de este universo. Aún tenemos muchas dudas (por ejemplo, ¿qué hubo antes del principio?) pero la idea de que un sistema dure para siempre, con base en las metáforas que surgen de un universo dinámico y no estático, es cada vez más firme.


Raúl Fierro 

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca

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