martes, 18 de octubre de 2016

Luna de octubre en la Casa de las Ciencias de Oaxaca

Simulador de fases de la Luna
Foto: Víctor Hugo Hernández, CaCiO


Raúl Fierro*

El pasado viernes siete de octubre se realizó el primer evento mensual de Divulgación de la Ciencia de la Casa de las Ciencias de Oaxaca (CaCiO). El acontecimiento que se abordó fue la Luna y, fiel a su estilo de Divulgación de la Ciencia de dicho lugar, se emprendieron talleres que, no sólo vieron aspectos científicos de la Luna, sino sociales y culturales. Desde las seis de la tarde, más de ciento cincuenta personas, en su mayoría jóvenes de primaria y secundaria, se dieron cita en la CaCiO (que se ubica a un lado del puente que va a Ciudad Administrativa). El primer momento del evento fue la conferencia sobre la Luna que impartió el profesor Jesús Velázquez, quien se encarga de la sala de Astronomía.

El maestro se expresó sobre por qué el ver la misma cara de la Luna se relaciona con que el período de rotación y traslación, de nuestro satélite natural, que es el mismo. También explicó sobre la teoría que más se acepta sobre el origen de la Luna: el impacto de un objeto del tamaño de Marte sobre la joven superficie terrestre y cómo se desprendió una cuarta parte de esa antigua Tierra llena de volcanes y mares de lava. Incluso recalcó los efectos gravitatorios de la luna sobre nuestro planeta: las mareas y un retraso del día terrestre.

Respecto al cultural narró la leyenda de Quetzalcóatl y el conejo en la luna. El dios azteca, después de un tiempo de recorrer el mundo, le dio hambre. No encontraba nada que comer de repente se le acercó un conejo y éste vio afligido al dios. Le preguntó sobre lo que le sucedía y Quetzalcóatl respondió que tenía hambre. El conejo le ofreció zacate porque era eso lo que él comía. Quetzalcóatl le dijo que él no podía comer eso. Después de mucho meditarlo el conejo decidió ofrecerse como alimento, en ese momento Quetzalcóatl lloró, tomó el conejo en sus manos y lo elevó al cielo hasta la Luna, cuando lo bajó, la figura del conejo quedó plasmada para siempre sobre la superficie lunar para que todo el mundo recordara el noble sacrifico del conejo. Por otro lado también dio muestras de algo más contemporáneo en la literatura sobre la Luna:

“Oda a la Luna” (fragmento)
Jaime Sabines

Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que nadie lo sepa
y para alejar a los médicos y las clínicas.

Después de oír sobre algunos datos sobre la Luna, el público se dirigió a los distintos talleres que los miembros de la CaCiO habían preparado sobre el astro más cercano a la Tierra. Dibujaron con teselas a la Luna, conocieron más a fondo sobre las fases de la Luna y los eclipses a través de una simulación, vieron cortometrajes lunáticos y crearon diversos poemas al astro que ha mantenido a científicos y artistas en constante proceso de creación, oyeron a un cuentacuentos hablar sobre la Luna.

En mi caso que impartí el taller de “Lunáticos: Poemas breves sobre la Luna”, donde aproveché el conocimiento que adquirieron sobre nuestro satélite natural, para que los niños y jóvenes escribieran:

Al ver la Luna con el corazón
Imaginé su resplandor como un ardor
Con fulgor le grité: “¡Luna, te pienso desolada, sin nadie!”
Entonces vi arriba, a tus hermanas las estrellas, tan lejos de su luz.

Yustin P.C.M.

En la CaCiO se va a abriendo un nuevo estilo de Divulgación de la Ciencia que, alrededor de un acontecimiento, se ven aspectos, no sólo científicos, sino sociales y culturales, una divulgación que busca, más que la exclusión y la dictadura científica, el diálogo para construir el conocimiento.

*Casa de las Ciencias de Oaxaca
Camino Nacional 4, San Sebastián Tutla, Oaxaca
Teléfono: 51 7 50 87
Correo electrónico: trinofiesa@gmail.com

martes, 11 de octubre de 2016

La Luna y un par de sus locos

Dibujo de la Luna en Mensajero sideral de Galileo Galilei.
Fuente: Wikipedia


Raúl Fierro*

La Luna ha fascinado a poetas durante siglos. ¿Cuántos poemas se crearán en este mes cuando se dice que la Luna es más bella? Al tener el mismo tiempo de rotación (giro sobre su propio eje) y traslación (giro alrededor de la Tierra), la Luna nos muestra una sola cara. Ocultándonos uno de sus rostros circula alrededor de la Tierra. Durante siglos ocultó muchos secretos y, a pesar del paso de los milenios, sigue fascinando a la humanidad. ¿Cuántos locos habremos declarándole amor al misterio?

Entre esos locos me viene a la mente el poeta chino Li Po, maestro del poema breve, que declara a la Luna su amiga de la bebida: “Levanto mi copa, invito a la luna y a mi sombra, y ahora somos tres”, nos dice este lunático. Li Po, en un delirio alcohólico, muere tratando de abrazar el reflejo de la Luna sobre un río. Tal vez ahora esté con el conejo de la Luna y ahora sean cuatro bebiendo.

Ahora pasamos de la magia China a la europea. En un siglo donde aún existían brujas en las mentes de emperadores y sacerdotes, existió un astrónomo que se llamaba Kepler. Para sobrevivir vendía horóscopos a las mentes supersticiosas y temerosas a los vampiros y las hechiceras. Kepler siempre consideró tontas a esas personas, que a pesar de que estaban en el poder y se suponía debían ser sabias, dirigían pueblos a matanzas a partir de mentiras.

Kepler estaba muy preocupado por ello porque su madre era prisionera de uno de esos hombres supersticiosos. Se le acusaba de bruja y Kepler no sabía cómo rescatarla. Una noche se durmió pensando en eso, empezó a soñar que era un niño y que su madre sí era bruja.

En el sueño, tratando de escapar de su madre, porque siempre lo intentaba vender con los marineros que le compraban sus pócimas, se fue hacia las islas del Gran Astrónomo. En esas islas había aparatos gigantescos que medían la traslación de los planetas y sus distancias con la Tierra, matraces y sustancias que estudiaban la composición de los cuerpos, matemáticos que dibujaban los nuevos modelos del Universo; sin embargo, lo que más le interesó al niño Kepler fue la sala que se dedicaba completamente al estudio de la Luna.

El niño Kepler observaba con fascinación los dibujos que el Gran Astrónomo había hecho de la Luna. En ellos veía cráteres, sombras y mares. Tan absorto estaba que no se dio cuenta cuando el Gran Astrónomo le tocó el hombro y le dijo: “Es bella la Luna ¿verdad?” El niño Kepler volteó asustado, vio al Gran Astrónomo y su gran nariz de oro. Dentro del cerebro de su sueño, recordaba haber visto el retrato del Gran Astrónomo con una nariz chata y horrible, le habían dicho que esa nariz es falsa, que la perdió en un duelo por una discusión sobre una teoría científica, otros dicen que por una chica. El niño Kepler no dejaba de ver su nariz de oro, al Gran Astrónomo no le importó, se sentí muy orgulloso de ella:

“Veo que eres un niño muy curioso”, dijo el Gran Astrónomo.
“Sí, mucho”, respondió Kepler.
“Qué te parece mi sala a la Luna”.
“Muy interesante, señor”.
“Qué sabes sobre la Luna”.
“Que está en el cielo, que tiene sombras, cráteres y mares, que gira alrededor de nosotros y que nunca muestra su otra cara”.
“Muy bien, y si te dijera que su tamaño es un cuatro veces más pequeño que la Tierra”.
“¿Tan grande es? ¿Y los otros planetas también tienen lunas?”
“Claro que no, niño”.

Kepler despertó, seguía pensando en su madre mientras la luz de Luna penetraba en su cuarto.

Ahora déjeme disculparme querido lector, por terminar tan abruptamente esta adaptación de Somnium que es la primera novela de Ciencia Ficción de la historia humana, su autor fue Johannes Kepler quien fue uno de los principales pensadores que tiró las ideas de la perfección del círculo como movimiento y además, en dicha novela, propuso la idea de la gravedad y las fuerzas a distancia. La Luna inspiró a este hombre a escribir sobre algo que derrumbaba, aunque sea de forma literaria, las ideas aristotélicas de la ciencia y de alguna forma abría camino para que Newton lograra crear toda su teoría cosmológica. Antes de Kepler, las fuerzas de la naturaleza tenían que tocar los objetos para poder existir, después de él, estas fuerzas actuaban a través del vacío y por todo el Universo (fuerzas a distancia). La Luna no sólo inspira poetas sino científicos, y en eso lo tengo claro: ambas clases de hombres son lunáticas.

*Casa de las Ciencias de Oaxaca
Camino Nacional 4, San Sebastián Tutla, Oaxaca
Teléfono: 51 7 50 87

Correo electrónico: trinofiesa@gmail.com

Huesos, vasijas y dioses antiguos

Cráneo cubierto por turquesa. Monte Albán V.
Fuente: Wikipedia

Raúl Fierro*

El día 27 de septiembre se les invitó a miembros de la Casa de las Ciencias de Oaxaca (CaCiO) a participar en un taller de arqueología que Itzel Velasco, investigadora del Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH), coordina en la sala de lectores del exconvento de Santo Domingo. “Se llama sala de lectores porque los dominicos venían a leer en este lugar. Los novicios venían a dejarles los libros a este lugar a los frailes pero no sabemos aún dónde se localizaba la biblioteca del exconvento”, nos comentaba la arqueóloga Velasco mientras caminábamos sobre uno de los patios empedrados hacia los arcos de la entrada de la sala de lectores.

En el pasillo se encontraban tres cajas de medio metro de profundidad (tal vez unos centímetros más profundas) y de un metro veinte de lado. Estaban llenas de arena. Al frente de las cajas se encontraba una mesa con ocho sillas en forma de arco frente a ella. Sobre la mesa algunas palas de plástico, brochas y libros de arqueología. Los miembros de la CaCiO se sentaron en las sillas y la arqueóloga empezó el taller. Nos decía que el museo no tiene área lúdica y que ella creó este taller para mostrar a los niños y uno que otro adulto, a sensibilizarse sobre el trabajo de la arqueología y su importancia. También dijo que otro público-meta son los maestros de tercero, cuarto, quinto y sexto de primaria para que estos lo reproduzcan en sus escuelas y puedan complementar sus clases de historia. Mientras nos decía esto, la arqueóloga Velasco tomó una tabla con diversos dibujos. Cada uno representaba una civilización indígena: azteca, chichimeca, huasteca, zapoteca, mixteca entre otras. Nos pedía identificar cada uno mientras explicaba algunas curiosidades: “Poco sabemos de los mixtecos de la costa o los vestigios arqueológicos en la Sierra Norte de Oaxaca”. También nos explicaba de los barrios zapotecas en Teotihuacán, las migraciones mixtecas y zapotecas al valle de México, asentamientos que no son abiertos al público pero fueron centros muy importantes para los indígenas entre otros datos. Esta movilidad mesoamericana, que se nos mostró muy activa, dio lugar a diferentes expresiones culturales y organizaciones sociales. La migración como catalizador del conocimiento y el desarrollo de las civilizaciones.

Después de esa breve explicación, nos preguntó ¿qué hace un arqueólogo? Nos contestó a partir de lo que hace el INAH. Esta institución se encarga de la investigación, conservación y difusión del patrimonio arqueológico, antropológico, histórico y paleontológico de la nación con el fin de fortalecer la identidad y memoria de la sociedad que lo detenta. También nos explicó que debido a su carácter de preservar la historia de una nación, el trabajo del arqueólogo es un trabajo institucional. Un arqueólogo es un investigador que conserva e interpreta lo que identifica y da una guía sobre la identidad de una nación.

¿Cuáles son los pasos de un arqueólogo para lograr un permiso para excavar y después interpretar los significados y simbolismo de restos arqueológicos? Primero, antes de excavar en algún asentamiento, se realiza una investigación documental (libros, documentos antiguos u otras investigaciones) para poder dar sustento a que en el lugar, donde se sospeche hay un asentamiento, pueda un arqueólogo explorarlo. Después de eso el arqueólogo debe explorar a pie el lugar, tomando fotografías, ofreciendo pruebas, a un consejo del INAH, de la existencia de objetos de importancia histórica. Después que se aporten las pruebas y el consejo las acepte, el arqueólogo podrá realizar excavaciones. Durante la excavación se hará un registro de lo que se encuentre (con su informe respectivo al INAH), se realizará un análisis de lo que se halle para saber su antigüedad, se hará una interpretación bajo el contexto del lugar y los datos que se recabaron del análisis para finalmente publicar los resultados. El trabajo del arqueólogo es arduo y se comprende, a partir de este taller, el porqué de muchos sitios arqueológicos no se abren al público o no se han explorado: “Hay muy pocos arqueólogos en México”, comenta Itzel Velasco.

Después de estas explicaciones, nos fuimos sobre las cajas y empezamos a jugar al arqueólogo. Excavamos y encontramos cráneos, figurillas de dioses antiguos y estatuillas de jaguar. Analizamos e interpretamos bajo la guía de Itzel Velasco. Aprendimos una manera de transmitir, a los niños y jóvenes, la importancia del arduo trabajo de interpretar y conservar la historia.

*Casa de las Ciencias de Oaxaca
Camino Nacional 4, San Sebastián Tutla, Oaxaca
Teléfono: 51 7 50 87

Correo electrónico: trinofiesa@gmail.com