sábado, 4 de abril de 2020

Sobre preguntas y respuestas en tiempos de crisis


Collins St. 5 p.m. (1955)
John Brack

Lo que deseamos a veces no tiene que ver con lo que queremos. Cómo obtener una respuesta útil si no nos hacemos una pregunta adecuada. Buscar argumentos, seguir una lógica y caer en contradicciones, tropiezos y aciertos en un ciclo a veces regular como un reloj. Es posible que el conocimiento se basa en el error y en la corrección. Unos dirán que sí, otros que no. Todo es posible bajo el mundo de la razón, que nos guste la respuesta es otro asunto.

A veces la respuesta está acorde a nuestras necesidades, porque representa una verdad que buscamos, pero llena de referentes que provienen de nuestros sistemas educativo y de comunicación. Las redes sociales propagan los discursos científicos y artísticos que emanan de la necesidad de mantener un orden económico. En la crisis, la bestia trata de dar sus últimos zarpazos a costa de la vida de miles de millones de trabajadores que arriesgan su vida y tratan de sobrevivir a un sistema que los llena de vicios: la egolatría, la vanidad, la soberbia, el individualismo, la libertad individual por encima de la colectiva. En un sentido materialista somos la forma en que producimos.

La riqueza de la que gozamos es producida por el hambre y la miseria de otros. Cierto es que hay intentos por cambiar las formas de consumo y producción, sin embargo todas ellas se encuentran alejadas de la realidad: por las buenas, los que tienen el poder, históricamente, nunca han cedido.

El Estado sólo es una parte de ese problema, es la herramienta de los que verdaderamente tienen el poder. Un desmantelamiento de empresas estatales comenzó desde la era Reagan-Thatcher para dar lugar a un modelo económico que ha propiciado apropiación privada de recursos que son comunitarios: el agua, la salud, la educación entre otros. Sus consecuencias son claras. En Ecuador se encuentran tirando a sus muertos a las calles, en Europa los centros de salud no se dan abasto, en Estados Unidos la COVID-19 sigue cobrando vidas y en México se hace todo lo posible por detenerla. Sin embargo, la prensa de la 4T no ha logrado tapar las carencias y corrupción en el sector salud y la lengua purulenta de gobernadores y empresarios que viven otra realidad.

Después de la cuarentena no acabará esta situación. Comienza una nueva estructuración de fuerzas sociales que provendrán del surgimiento de una conciencia colectiva de la explotación de la naturaleza y del hombre. Si bien es más fácil imaginarse un apocalipsis zombi que la caída del capitalismo, nos dice Jérôme Baschet en su artículo “Covid-19: el siglo XXI empieza ahora”: «Los historiadores suelen afirmar que el siglo XX global comenzó en 1914, con el ciclo de las guerras mundiales [crisis imperiales, auge del capitalismo, caída de las casas monárquicas]. Es probable que mañana se considere que el siglo XXI ha empezado en el 2020, con la entrada en escena del SARS-CoV-2 [crisis sanitarias, colapso de sistemas de salud, caída de Estados-nacionales]». La caída del capitalismo está cerca, tal vez estemos presenciando su declive y hay que estar preparados para resolver las preguntas que plantea esta crisis: aunque no nos guste la respuesta.

Raúl Fierro
Casa de las Ciencias de Oaxaca
Camino Nacional 4, San Sebastián Tutla, Oaxaca
51 7 50 87

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