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Imprenta de periódico Fuente: Wikipedia |
Los medios de comunicación dentro del sistema capitalista no
sólo se sirven de fake news (noticias
falsas) para desinformar también ocupan las noticias incombustibles. El término
lo vi por primera vez en la novela distópica Fahrenheit 451 de Ray Bradbury: «Llénalos de noticias
incombustibles. Sentirán que la información los ahoga, pero se creerán
inteligentes. Les parecerá que están pensando, tendrán una sensación de
movimiento sin moverse. Y serán felices pues los hechos de esa especie no
cambian». A diferencia de una noticia falsa, que un ojo experto en algún tema
puede identificar e ignorar; la noticia incombustible puede atraer al
intelectual, aquel que busca la verdad en los hechos y en las preguntas que
generan. Las noticias incombustibles son una trampa para el pensamiento y como
lectores debemos identificarlas.
Una noticia de este estilo no
quema de ninguna manera las ámpulas del sistema capitalista, sólo nos salpican
de su líquido infeccioso. Un artículo de esa forma no habla sobre problemas
urgentes del ámbito ambiental, social y económico sino de pseudoproblemas que
servirán para la plática de la semana o del día, para satisfacer nuestro ego
intelectual y olvidar las cuestiones importantes: ¿Qué sucede en la huelga de
Matamoros? ¿Cómo quedó el caso de asesinato de Samir Flores por el asunto de la
presa de Huexca en Morelos? ¿A quiénes se encarceló por el programa
“huachicol”? ¿Quién tomó la decisión de darle el mando de la Guardia Nacional a
un militar? Un momento excelente, para que se resuelvan esas cuestiones, es en las
conferencias mañaneras de Andrés Manuel López Obrador, sin embargo parecen un
hervidero de noticias incombustibles.
En ellas se hablan constantemente
de varios temas pero no se profundizan en los verdaderamente importantes. Para
el periodismo mexicano parece ser esencial preguntarle al presidente sobre la
muerte de un cantante, dedicarle una nota y comentarios a la interpretación de
los datos de las tasa de homicidios de dos personajes que no son expertos en el
tema sin cuestionar el asesinato de activistas políticos y ambientales. Como
lectores deberíamos exigir un periodismo científico y crítico, que nos ofrezca
las herramientas necesarias para preguntar a los investigadores qué sucede en
nuestro país y en el mundo. Arriesgarnos a reconocer nuestra ignorancia y la
necesidad de superarla. Afortunadamente no todas son noticias incombustibles.
El cuento El apostador del escritor Paolo Bacigalupi describe una sociedad
que se alimenta de información sensacionalista. Esto es consecuencia de que La
Vorágine (un sistema que se alimenta de “me gustas”, entradas a enlaces,
comentarios entre otros medidores de impacto mediático de las redes sociales)
indica las noticias importantes, esto la convierte en el capataz de los
periodistas y marca lo que deben escribir para poder sostenerse económicamente.
Ong es el protagonista de esta historia y es quien se enfrenta a las tendencias
de La Vorágine escribiendo sobre la actualidad científica, ambiental y política.
Siguiendo los principios revolucionarios de su padre, quien luchó contra el
régimen del reino de Laos (antigua Vietnam en el cuento), Ong no claudica a
pesar de estar a punto de perder su trabajo y, en consecuencia, salir de
Estados Unidos, su refugio político. Una celebridad de su misma nacionalidad
quiere ayudarlo y decide iniciar un “falso amorío” con él. Su blog empieza a
llenarse de seguidores pero sus textos no son importantes sino su relación con
la actriz. El final es agridulce. Creo que la búsqueda de esos artículos
periodísticos trascendentales es la tarea del lector de noticias.
Debemos buscar textos en los
diarios que nos quemen por dentro, que nos hagan reflexionar, que nos permitan
cuestionar más allá de opinar. Que nos den herramientas para enfrentar las
críticas de los reaccionarios, de los burgueses y aquellos quienes defienden un
sistema que favorece a medios que son un dique contra esa marea que quiere despertar
a través de los conflictos de teorías y pensamientos.
Raúl Fierro
Casa de las Ciencias de Oaxaca
Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca
51 7 50 87
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