sábado, 27 de febrero de 2021

La felicidad en la sumisión

Fuente: Anagrama


“Si el Islam no es político, no es nada.”

Ayatola Jomeini

 

En la batalla de Poitiers (732), si Carlos Martel y sus caballeros acorazados no hubieran derrotado a la caballería ligera de Al Gafiqui, valí de Andalucía, tal vez las catedrales, que tanto apreciamos en México, serían mezquitas y, en vez de que nuestras cruces en los altares, observaríamos la media luna encima de todos los edificios gubernamentales; la libertad se consideraría una enfermedad del alma y se remplazaría por la felicidad en la completa sumisión a Alá.


«La cumbre de la felicidad humana reside en la sumisión», nos dice Rediger, un personaje de Michel Houellebecq en su novela Sumisión (Anagrama, 2015) donde narra la vida de François, catedrático de la Soborna y un prestigiado especialista en Joris-Karl Huysmans. En una época donde “ciertas prácticas sexuales habían desaparecido, en un siglo, de la memoria de los hombres, al igual que desaparecen ciertas habilidades artesanales como las de los fabricantes de zuecos o los campaneros”, François busca la redención a través de la obra y vida de Huysmans: una redención católica. Sin embargo, el escenario que describe Houellebecq para François, le trae un presente donde la derrota de Martel fue una realidad y el sistema patriarcal se afianza en lo político y lo espiritual a través de la moral islámica.


¿Cómo es posible que un mundo donde la sumisión es la felicidad llega a imponerse en otro donde la libertad es el motor espiritual de todos sus actos? En el año 2022, François vive el circo electorero de los países occidentales: «Las elecciones obedecen a un dispositivo narrativo singular en el que desde el primer minuto se conoce el desenlace; pero la extrema diversidad de los participantes (los politólogos, los comentaristas políticos “de primera fila”, las masas militantes alborozadas o llorando en las sedes de sus partidos y finalmente los políticos, con sus declaraciones en caliente, reflexionadas o emocionadas) y la excitación general de los presentes dan verdaderamente esa impresión tan rara, tan preciosa, tan telegénica, de vivir un momento histórico en directo». Por un margen corto, la Hermandad Musulmana gana las elecciones bajo la candidatura de Ben Abbes quien juega el papel de un Napoleón o un Marco Augusto que, sin el uso de armadas sino de la política lograría un imperio europeo islámico. En esa convulsión política, bajo este nuevo orden, François encontrará que su redención está en el islam: «Para el islam […] la creación divina es perfecta, es una obra maestra absoluta. ¿Qué es en el fondo el Corán sino un poema místico de alabanza? De alabanza al Creador y de sumisión a sus leyes».


En una entrevista, Houellebecq plantea el porqué de este sistema patriarcal como un nuevo orden: «Una hipótesis horrible, pero verosímil, es que [los hombres] no han cambiado; sólo han aceptado cerrar la boca. El varón occidental ya no habla; la mujer sí. La vida mental masculina ahora es algo desconocido, y por eso es verosímil pensar que el varón estaría dispuesto, si se presentara el caso, a una vuelta inmediata al patriarcado […] las mujeres pueden leerlas [se refiere a sus novelas] para enterarse de lo que realmente piensan los hombres.»


Sustituyamos Abbes por AMLO, la Hermandad Musulmana por MORENA y la oposición por los demás partidos, y encontrará las bases del triunfo de la felicidad en la sumisión evangélica: el mismo circo con diferentes actores. El mundo que vivimos está lejos de ofrecer respuestas contundentes a problemas de gran urgencia para los explotados. Los valores occidentales son los de un sistema económico que propicia la explotación, discriminación y el machismo como formas de alcanzar la felicidad. ¿De qué otras formas de felicidad, nos priva el capitalismo? ¿Cuál es la razón de lo despectivo de la narrativa gubernamental contra la insumisión de los obreros y campesinos?

 

Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca

51 7 50 87

sábado, 20 de febrero de 2021

La escuela: ¿una institución para la formación crítica o la asimilación cultural?

Nakamura,K. Estructuras (1956)
Wikiart.org

¿Qué herramientas ofrece la escuela como institución para reflexionar y responder de forma contundente a los “malestares de la cultura” (racismo, la pobreza, el machismo y otros vicios de la modernidad)? Las instituciones, según Bruner en su libro La educación, puerta de la cultura, componen a las culturas y tienen como función «especificar de forma más concreta qué funciones tiene la gente y qué estatus y respeto se les otorga». Por ello habría que preguntarnos los docentes, en todo momento, qué tipo de escuela deseamos ya que, según Bruner, «estos sistemas de intercambio se focalizan y legitiman en instituciones que aportan edificios, estipendios, títulos y demás», es decir, se corre el peligro de convertir a la escuela en una institución que reproduzca los valores de un sistema que ha generado tanto daño, al medio ambiente y desarrollo humano, a través de la coacción y voluntarismo: ¿cuántos niños no dicen que van a la escuela porque los obligan?


La educación tiene el «papel especial de preparar a los niños para tomar una parte activa en otras instituciones de la cultura». Por lo tanto «los propios sistemas educativos están altamente institucionalizados, dominando sus propios valores. Los educadores tienen sus propias opiniones, normalmente bien informadas, sobre cómo cultivar y cómo «graduar» la mente humana» ¿Cuáles son los valores que dominan una cultura que se basa en el sistema capitalista?, ¿cuáles son los referentes teóricos, empíricos, artísticos y religiosos que forman nuestras nociones sobre la educación?, ¿qué piensa el docente que enseña a los niños y qué piensan los niños de lo que enseña el docente? Al menos en México se tiene un interés más bajo por la ciencia y tecnología además de que se basa en nociones del siglo XVII o XVIII (ver “Percepción sobre ciencia y tecnología en el portal del INEGI), es necesario un programa de formación docente que ayude al profesor a enfrentar esta crisis pandémica sobre todo en el ámbito de la salud, que lo prepare para tratar de abordar preguntas como: ¿Cuál sería la importancia de saber sobre la fabricación y la historia de las vacunas?, ¿cuál fue la importancia de los diarios bitácoras de los capitanes de barcos de la época de las exploraciones en ultramar para el descubrimiento de curas?, ¿cómo los simbolismos y los rituales modificaron la salud mental en la época de la peste negra? Para llegar a profundizar en estas problemáticas, la autocrítica sobre nuestro conocimiento científico y tecnológico, incluso pedagógico, es esencial: Qué presupuestos tenemos los docentes sobre la ciencia, el devenir histórico y las relaciones de producción, cómo afectan estos presupuestos en la educación, ¿estamos realmente enseñando lo necesario para vivir en esta situación o sólo queremos cumplir con los que mandata una institución que no se ha preocupado por las necesidades educativas pero sí de sus negocios con las empresas de telecomunicaciones?


Bruner ofrece la siguiente solución: una institución «diseñada para reconocer la falta de información útil» sobre los malestares culturales y otra «para reconocer que carecemos de un aparato deliberativo que pueda convertir el conocimiento útil en alternativas administrativas sabias». Desde el PTEO, desde un movimiento de educación alternativa, deberíamos preguntarnos: ¿Qué clase en el poder determina lo útil?, ¿cuáles serían las características de estas instituciones pero que se enfoquen en las necesidades urgentes y emergentes de las comunidades? «El Establishment Educativo, con toda su experiencia directa en tratar con rutinas educativas, tiene poca doctrina establecida para trabajar esos problemas [los malestares culturales].» Qué papel juega el docente en la actualidad: ¿formador o asimilador? Muchas preguntas y en el aula se pueden generar las respuestas.


Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4, San Sebastián Tutla, Oaxaca

51 7 50 87

martes, 16 de febrero de 2021

Amor, sabiduría y Platón

Boreas y Oritía
Fuente: Wikipedia

¿Cuántas penas de amor nos ahorraríamos si leyéramos a Fedro de Platón?: «Como el lobo ama al cordero, [/] El amante ama al amado», recita un poema Sócrates a Fedro en este diálogo platónico sobre el amor. Bajo un platanar, a las orillas del río Illiso, famoso por ser el escenario donde sucedió que Bóreas raptó a la ninfa Oritea, Sócrates y Fedro dialogan sobre un escrito de Lisias, amigo de Fedro: «¿Cómo pueden aprobar las resoluciones que han tomado en un estado de delirio?», se pregunta Lisias en la obra de Platón. Quien está enamorado está enfermo de intemperancia. La verdad se nubla ante el deseo. Sócrates en su diálogo con Teeteto habían llegado a la conclusión que las opiniones de un sujeto no eran constantes en diferentes estados (embriaguez, furia, dicha): «Cada uno de nosotros debe reconocer que hay dos principios que le gobiernan, que le dirigen, y cuyo impulso, cualquiera que sea, determina sus movimientos: el uno es el deseo instintivo del placer, y el otro el gusto reflexivo del bien.» Pero cuando entendemos que muchas veces es el deseo el que nos guía en la ternura con la persona en quien descansa nuestra pasión: «... la ternura de un amante no es una afección benévola, sino un apetito grosero que quiere saciarse», nos liberamos de esa enfermedad, y podemos poseer sabiduría: «Cuando llega el momento de verse libre de esta pasión, obedece a otro dueño, sigue otro guía, es la razón y la sabiduría las que reinan en él, y no el amor y la locura; se ha hecho otro hombre sin conocimiento de aquel de quien estaba enamorado.»


El amor que se guía por los sentidos es uno del tipo animal, el cual sólo busca la satisfacción del deseo. Desde un punto de vista biológico, el amor es una explosión de hormonas que modifican nuestro físico y nuestra mente: «Se sabe que los enamorados presentan estados de ansiedad y estrés moderados que se manifiestan a través de un aumento en la sudoración, la presión arterial, el ritmo cardiaco y en los movimientos peristálticos intestinales (las famosas "mariposas en el estómago")» nos dice Camacho-Arroyo en su artículo “¿Qué es el amor? Respuestas desde la biología” en la revista Cómo ves. El amor desde este punto de vista, prepara al cuerpo para la supervivencia, para satisfacer una lucha por satisfacer una necesidad fisiológica como comer, pero el ser humano es más que un animal: Quien se guía por la razón no busca la satisfacción del deseo sino el conocimiento: «Aquel que dueño de sí mismo, no se deja extraviar por el amor, preferirá la seguridad de su amistad al placer de alabarse de ella.»


Lo único que puede salvarnos del amor es el conocimiento de nosotros mismos. Juan José Arreola dijo que el ajedrez lo había salvado de varias penas de amor. El ajedrez no sólo te permite conocer el espíritu de tu compañero de juego sino conocerte a ti mismo. Cuanto más sé de una apertura o una defensa, o tengo más herramientas tácticas, con más seguridad me muevo y no caigo en el embelesamiento de un posible sacrificio por la belleza. La templanza nos permite, si no ganar el juego, encontrarnos con problemas que después ocuparan a nuestra mente por días, semanas o meses: «Cuando el gusto del bien, que la razón nos inspira, se apodera del alma entera, se llama sabiduría».


Platón feat Benedetti: «... la mayor parte de los amantes se enamoran de la belleza del cuerpo, antes de conocer la disposición del alma y de haber experimentado el carácter, y así no puede asegurarse si su amistad debe sobrevivir a la satisfacción de sus deseos […] que un día cualquiera [/] no sé cómo ni sé [/] con qué pretexto [/] por fin me necesites.» No se trata de ser un pasajero en la vida de alguien a quien estimas y admiras sino de permanecer en su memoria, que más allá de que si existe un deseo entre los dos, se conozcan y compartan la verdad de este mundo y la lucha por un devenir mejor para la humanidad.


Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla

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sábado, 6 de febrero de 2021

Ciencia Ficción y Arte: una alianza ontológica

Yerka, J. Techno Beach
Fuente: Wikiart

La Ciencia Ficción (CF) como género se manifiesta en varias expresiones artísticas: la literatura, el cine, la escultura entre otras. Su importancia radica en la capacidad para narrar futuros posibles que nos permitan reflexionar sobre cuál es el propósito de la humanidad, qué consecuencias tiene el desarrollo tecnológico en los ámbitos políticos y religiosos, y cómo la ciencia influye en nuestra concepción del ser.


Existen varios departamentos universitarios que se dedican al estudio de la ciencia ficción y su uso en la docencia y el arte (v.g. la Asociación de Estudios sobre la Ciencia Ficción que se conforma por miles de profesores en el mundo). Los investigadores han logrado discernir cuatro temas principales de la CF: utopías y distopías, manipulación temporal y épocas alternativas, inteligencias artificiales y la interacción con otros mundos y seres. De lo anterior, los artistas contemporáneos prefieren abordar las implicaciones sociales de las inteligencias artificiales, la cual da lugar al cyberpunk o la especulación sociológica de la era robótica.


Para una crítica del arte de la CF, Vernor Vinge, científico y autor de CF, acuñó el concepto de singularidad tecnológica, la cual se refiere al momento histórico en que las máquinas tengan la facultad de mejorarse sin la ayuda del ser humano. Vinge plantea cuatro posibles escenarios de la singularidad tecnológica:


  1. La evolución de las computadoras hacia una inteligencia súperhumana. En este caso tenemos a los algoritmos de Google, Facebook, Amazon y otras compañías, que determinan lo que deseamos ver, escuchar y conocer.
  2. La generación de una gran red de computadoras que representen una entidad con inteligencia humana. El desarrollo tecnológico del internet ha logrado satisfacer nuestras necesidades de entretenimiento y consumo hasta resolver teoremas matemáticos y enigmas como el descubrimiento de las ondas gravitacionales.
  3. La unión entre humano y máquina. Las vacunas son una actualización de nuestro antivirus y La especulación desde el cyberpunk nos lleva a pensar en la instalación de un cibercerebro que se actualice vía satelital: ¿acaso los tutoriales por YouTube ya cumplen de manera arcaica esa función?
  4. El progreso de las ciencias biológicas hasta el punto de un incremento en las capacidades intelectuales humanas. Aunque ilegales, las drogas que potencian las habilidades de los deportistas ya existen o algunas que ya mejoran el rendimiento cognitivo en el ajedrez.


Ya hemos iniciado un proceso donde la disolución de los límites del alma y el cuerpo se volverá una realidad. Si la tecnología nos permite prescindir del cuerpo como una parte de nuestra identidad: ¿cómo definiremos al ser? Si la espiritualidad y las creencias están ligadas a la respuesta de la anterior pregunta: ¿será el desarrollo tecnológico, por parte de las máquinas, una señal de convivencia o de superación?, ¿cómo será la espiritualidad en ese futuro? (ver "La rebelión de las máquinas. Arte, singularidad tecnológica y ciencia ficción" de García-Sedano).


Por otro lado, dado lo anterior, ¿en qué radica la potencia especulativa de la CF? En que es el mito de la cultura contemporánea. Robert Graves, en el prólogo de su libro Los Mitos Griegos, hace un análisis sobre como estas narraciones justifican el poder por parte de ciertos grupos además de los roles de cada civilización que conformaba el mundo helénico. Así la CF configura la forma en cómo percibimos la ciencia, sus limitaciones y alcances. De alguna manera es una representación de la nueva divinidad de la humanidad: la tecnología, que da forma al devenir del ser humano, a una nueva espiritualidad que se basa en la construcción de una nueva idea del progreso, la cual el arte, el que se preocupa por la reflexión y la búsqueda de la verdad a través de la libertad, ha criticado de forma dura y bella.

 

Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca

51 7 50 87