sábado, 2 de marzo de 2019

La moral científica


El diablo toma una cabeza en el aire (1876)
Odilon Redon
Fuente: Wikiart

Contaminación, adicción, explotación entre otros efectos son productos de una ciencia al servicio del capitalismo, una que forma científicos alienados. Nos dice Ernesto Sabato, escritor y físico argentino, en Hombres y engranajes: “Este es el hombre moderno. Conoce las fuerzas que gobiernan el mundo, las tiene a su servicio, es el dios de la tierra: es el diablo”. Agregaría: un diablo que está al servicio del explotador. ¿Qué tipo de moral tiene un ser humano a partir de una ciencia que se genera de las mentes de científicos sin conciencia que los problemas sociales y naturales son causa del sistema económico actual?

«Pensar en la ciencia lleva a los individuos a respaldar normas morales más estrictas y exhibir un comportamiento más moralmente normativo.» [Ma-Kellams C., Blascovich J. Correction: Does “Science” Make You Moral? The Effects of Priming Science on Moral Judgments and Behavior. PLOS ONE (2014)] Dicho estudio (que en español se traduce como ¿La ciencia hace tu moral? Los efectos de los principios de la ciencia sobre los juicios de la moral y el comportamiento) nos dice que la ciencia puede servir como un sistema creencias pero que, a diferencia de la religión, es contraintuitiva «al grado en que no confía en sistemas cognoscitivos universales, automáticos, inconscientes». Es decir ofrece una explicación plausible a los fenómenos naturales y sociales a través de la lógica y la razón. Pero esa consistencia nos ofrece una visión del mundo y cómo debemos comportarnos.

A través de cuatro grupos de personas en quienes se probó «la correlación natural entre la exposición a la ciencia y la probabilidad de hacer cumplir las normas morales» además de manipular sus «pensamientos acerca de la ciencia [para examinar] el impacto causal de tales pensamientos en el comportamiento moral imaginado y real» se observó «un efecto moralizador en una amplia gama de dominios, incluidas la violación de lo personal, las acciones altruistas y la explotación económica».

«En consecuencia, la noción de ciencia contiene en ella la visión moral más amplia de una sociedad que usa la racionalidad para el beneficio mutuo. Consistente con la noción que la ciencia juega un papel clave en la visión moral de una sociedad de beneficio mutuo, los estudiosos han sostenido que el acercamiento sistemático de la ciencia en el estudio de las causas y las consecuencias permite las opiniones más informadas sobre el problema de lo que es bueno y malo”. Regresando a la pregunta que abrió este artículo ¿qué tipo de moral propaga un científico que se subordina al mercado capitalista? Concluyo que, si el conocimiento científico propicia una actitud moral en nuestra vida como individuo y colectivo, ¿acaso la investigación científica que surge de las necesidades de la burguesía no genera una moral burguesa? Una moral, como nos diría Charles Baudelaire, que se sirve de “caricias serviles dirigidas a pasiones de esclavos encolerizados”.

Un ejemplo moralizador: “Hay que luchar contra el hambre del mundo”. Los científicos al servicio de Bayer crean los transgénicos para solucionarlo; el producto genera la desaparición de la variabilidad genética necesaria para la adaptación alimenticia [Narváez, A. “La prolongada batalla por el maíz”. Nexos. 1 de junio de 2018 (en línea)]. Sin embargo la empresa Bayer “tiene un gran impacto en el desarrollo social de los países y comunidades en las que estamos presentes” [Portal de Bayer]. Simples caricias serviles para problemas urgentes y emergentes de las comunidades que no sólo abarcan el ámbito natural sino social: conservación de la lengua y la tierra que configuran el conocimiento ecológico que permite técnicas rurales agrícolas y que van en contra de la lógica y la razón del mercado capitalista. Técnicas que combaten el discurso cientificista que legitima un comportamiento moral de discriminación, paternalismo e idealización hacia saberes que resisten ante la embestida moral de algunos investigadores que pretenden conservar sus privilegios y que se encuentran desconectados de la realidad.

Raúl Fierro
Casa de las Ciencias de Oaxaca
Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca
51 7 50 87

No hay comentarios:

Publicar un comentario