sábado, 16 de febrero de 2019

Galileo Galilei y los experimentos mentales

Retrato de Galileo (1636)
Fuente: Wikipedia



Entre sus muchas consecuencias, la revolución copernicana causó una disyuntiva entre lo real y lo abstracto (matemático). Por una parte el modelo de Ptolomeo indicaba que el Sol y los demás planetas giraban alrededor de la Tierra. Eso era lo más verosímil: ¿cómo compruebas que la Tierra se mueve?

La única prueba, que Copérnico tenía, era una mala demostración matemática y una justificación muy personal sobre el porqué el Sol debía ser el centro (consideraba que el Astro Rey era la lumbrera de Dios). Por eso era de esperarse el señalamiento tan brutal de Osiander, teólogo protestante alemán y uno de los hombres de confianza de Lutero, respecto a la obra copernicana: “Y no espere nadie, en lo que respecta a las hipótesis [copernicanas], algo cierto de la astronomía, pues no puede proporcionarlo; para que no salga de esta disciplina más estúpido de lo que entró, si toma como verdad lo imaginado para otro uso. Adiós”, estas palabras se encuentran en el prefacio del De revolutionibus orbium coelestium (Sobre las revoluciones de los orbes celestes) que se publicó justo después de la muerte de Copérnico. Algunos historiadores dicen que Copérnico aprobó el prefacio sin comprenderlo, cuenta el rumor que él murió justo después de darle el visto bueno a su obra. Nunca sabremos si Copérnico realmente creyó que era algo real su sistema o que era un mero truco matemático para resolver la crisis astronómica que ya presentaba el sistema heliocéntrico.

A Copérnico lo enterraron y su libro dio sus frutos. La matemática, para Kepler el lenguaje en el que se comunica Dios con los hombres, les decía a los astrónomos que la Tierra se mueve pero sus sentidos dictaban lo contrario. Tycho Brahe, a partir de sus datos experimentales, crearía un tercer sistema matemático que nuevamente dejaría a la Tierra estática. El modelo de Brahe hacía verosímil una Tierra inmóvil además que comprobaba ciertas predicciones que hacia el modelo copernicano con respecto al movimiento del Sol y los demás planetas. Galileo, al escribir su crítica al modelo ptolemaico y ensalzar el copernicano, omitió el sistema de Brahe porque no sabía cómo refutarlo. Brahe era un genio de lo real, Galileo era un genio de lo abstracto.

Sin embargo Galileo tenía ciertas ventajas sobre Brahe. Tycho nunca conocería el telescopio además de que Galileo era un genio experimental en lo material y lo ideal. La genialidad galileana dio lugar a los experimentos mentales la cual es una herramienta muy útil en la actualidad para explicar y comprender ciertas interpretaciones del mundo físico que surgen de la matemática (el mundo mental, abstracto).

El experimento mental que Galileo pensó para comprobar el movimiento de la Tierra y su aparente inmovilidad (el cual lo modificaré para que encaja con la actualidad) es el siguiente: Imaginemos que vamos en un automóvil (Galileo usaba como ejemplo un barco). Dentro de éste nos encontramos jugando con una pelota que la botamos hacia arriba y después nos cae en la mano (Galileo imaginaba aventando de la punta del mástil un saco lleno de arena). El modelo ptolemaico (que se basa en física aristotélica) predice que la pelota, al aventarla hacia arriba, se irá hacia la parte trasera del coche (si el barco iba hacia adelante, el saco caería alejado del mástil hacia atrás). No sucede eso. La pelota cae en nuestra mano porque se mueve junto con nosotros que a la vez nos movemos junto con el coche (el saco resulta que cae justo en la base del mástil). Todo lo anterior sin tomar en cuenta el aire (por eso es un experimento mental porque podemos imaginar las condiciones necesarias aunque no podamos recrearlas) Con la Tierra, rotando a miles de kilómetros por hora respecto al ecuador, sucede lo mismo.

El gran triunfo de Galileo no fue su enfrentamiento contra la Iglesia Católica para defender el modelo copernicano (de hecho fue un fracaso total que aún seguimos sufriendo) sino la fusión que hizo entre lo experimental y lo matemático. Galileo nos ofreció el método para convertir, de una forma natural y no forzada, lo inverosímil en lo verosímil. De alguna forma, parafraseando lo que dijo escritor chileno Aldo Astete Cuadra sobre el surrealismo, apostó a la imaginación al servicio de la locura y a ésta, como descriptora de la realidad, bajo su propia razón: lo ideal también pueden existir.

Raúl Fierro 
Casa de las Ciencias de Oaxaca
Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca
51 7 50 87

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