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Nicolas Fatio de Duillier Fuente: Wikipedia |
Para quien es mar, mi
mar
El amor es negociación, la pasión honestidad. A lo que la
ciencia llama amor, yo le llamo deseo y pasión. El amor sólo se alcanza con el
conocimiento, explorando de forma erótica, intelectual y espiritual a tu pareja.
La pasión y el deseo es la supresión de la razón. El ser humano racional conoce
los síntomas de su pasión y deseo por lo tanto los ocupa como fuente creativa y
cognitiva, el ser animal irracional los desconoce y destruye a aquello o a
quien desea poseer. El ser humano racional es el único que puede llegar a amar.
El amor, desde el punto de vista
de la ciencia, causa una tensión parecida a la preparación de una pelea o una
fuga: «Numerosas regiones cerebrales, en particular las relacionadas con la
recompensa y la motivación, se activan cuando pensamos en una pareja romántica
o estamos en su presencia, entre ellas el hipocampo, el hipotálamo y el córtex
del cíngulo anterior. La activación de estas áreas puede servir para inhibir el
comportamiento defensivo, reducir la ansiedad y aumentar la confianza en la
pareja. Además, se desactivan áreas como la amígdala y el córtex frontal, un
proceso cuya función posiblemente sea reducir la probabilidad de la aparición
de emociones negativas o juicios sobre la pareja.» [Brewer, G. “¿Qué es el
amor? Esto es lo que nos dice la ciencia”. El
País. 19 de julio de 2016 (en línea)]
Si el hipocampo regula la memoria
y la percepción espacial, el hipotálamo regula la temperatura corporal y las conductas
alimenticias, el córtex del cíngulo anterior regula el ritmo cardíaco y la toma
de decisiones (además todas ellas conectan como un puente los dos hemisferios
cerebrales) ¿puede que tenga sentido todas esas frase relacionados con el amor
y la pasión: “estás caliente”, “estás como perdido”, “te veo más contento” además
de otras sensaciones como el hambre (“siento mariposas en el estómago”) y la
audacia (“me siento capaz de hacer todo por ti”)? Para la ciencia el amor es
una exquisita enfermedad mental.
¿Puede una mente genial escapar
de esa locura? Aquí presento tres ejemplos de que el amor y la pasión alcanzan
hasta las mentes científicas, las que se suponen son más lógicas y frías:
Johannes Kepler
Varios de sus amigos alcahuetes querían casarlo. Vieron en Bárbara
Muehleck, hija de un propietario de un molino, a la esposa ideal. Bárbara opinaba
que era un pobre observador de estrellas además de no comprender nada de su
trabajo. Era una mujer colérica: “esto me incitaba a provocarla”, escribió
Kepler, “pero aprendí mi lección, aprendí a tener paciencia con ella. Cuando
veía que se tomaba a mal mis palabras, prefería morderme el dedo antes de
seguir discutiendo con ella”. A pesar de los malos designios, se casaron el 27
de abril de 1597 “bajo un cielo calamitoso”. Sin embargo le reconocía el amor
por sus hijos. Después de la muerte de Bárbara a los 37 años, decidió casarse
de nuevo para tener con quien cuidarlos.
Los amorosos son
locos, sólo locos,
sin Dios y sin
diablo.
Los amorosos salen de
sus cuevas
temblorosos,
hambrientos,
a cazar fantasmas.
Galileo Galilei
A Marina Gamba la conoció en un viaje a Venecia. Él tenía 35
años, ella tenía 21. La llevó a vivir con él a Padua. Nunca se casaron y
tuvieron tres hijos. Cuando él se mudó a Florencia, se separaron. Ella se quedó
con dos y se volvió a casar, él se quedó con Vincenzo, al único que reconoció
por intercesión del Gran Duque de Toscana.
Se ríen de las gentes
que lo saben todo,
de las que aman a
perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en
el amor
como una lámpara de
inagotable aceite.
Sir Isaac Newton
Murió virgen a la edad de 84 años. Nicolas Fatio de Duillier,
matemático y astrónomo suizo quien defendió con gran vehemencia a Newton frente
a Leibinz, seguramente fue uno de los que más le lloró. ¿Por qué lo creo? Por
su correspondencia:
Newton: La
habitación contigua a la mía está libre... puesto que vuestras esperanzas de
riqueza tal vez no alcancen para cumplir vuestro designio de una subsistencia
en Londres, podemos arreglar las cosas de modo que aquí [en Cambridge] os
resulte mucho más fácil.
Fatio: Desearía,
Sir, vivir toda mi vida , o la mayor parte de ella, con vos, si eso fuera
posible, y me sentiré muy feliz con cualquier medio para lograrlo, siempre que
no represente una carga para vos.
Su corazón les dice
que nunca han de encontrar,
no encuentran,
buscan.
Los amorosos andan
como locos
porque están solos,
solos, solos,
entregándose, dándose
a cada rato,
llorando porque no
salvan al amor.
Raúl Fierro
Casa de las Ciencias de Oaxaca
Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca
51 7 50 87
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