Text-Context. Joseph Kosuth (1979)
Fuente: Wikiart
¿Cómo surge un nuevo virus y qué tan complejo es determinar su origen? En el artículo "El virus de la influenza: Origen y evolución de un patógeno", que se publicó en la Revista Digital Universitaria, el investigador mexicano Antonio Lazcano hace una reflexión de esas cuestiones: «… la aparición del virus [se refiere al H1N1] fue, desde un punto de vista evolutivo, un incidente más en la historia de la influenza y sus consecuencias sobre los humanos.»
Lazcano nos dice que los virus «pueden adquirir genes de sus hospederos y transportarlos de un organismo a otro o, en muchos casos, de una especie a otro, contribuyendo, así, al mantenimiento de una compleja red de tráfico de información genética que ha jugado un papel esencial en la evolución; por ejemplo, de la resistencia a antibióticos.» Si extrapolamos lo escrito por Lazcano hacia el SARS-CoV-2 podemos decir que determinar su origen es aventurado, ya que, para llegar a infectarnos, tuvo que modificar infinidad de veces su estructura. Sin embargo, algunos investigadores y periodistas no piensan lo mismo.
El 23 de marzo pasado, la OMS y el gobierno chino publicaron un informe sobre el origen del SARS-CoV-2, causante de la pandemia que padecemos. Según ese reporte es “sumamente improbable” que el patógeno haya surgido de un laboratorio. Aunque 17 investigadores de la OMS y la misma cantidad de científicos chinos realizaron el estudio, Javier C. Hernández y James Gorman, periodistas científicos de The New York Times, opinan que la investigación se inclinó hacia la versión del Partido Comunista Chino.
En su artículo “Los orígenes del virus permanecen inciertos en la investigación entre la OMS y China”, Hernández y Gorman mencionan que dicha indagación se realizó «para aliviar las preocupaciones occidentales sobre el papel del Partido Comunista Chino que es notoriamente resistente al escrutinio externo y, a veces, ha buscado impedir cualquier investigación de la OMS». Para sostener tal afirmación, así como la hipótesis de que el virus surgió de un laboratorio de China la cual permea en dicho texto, se basaron en las opiniones de científicos estadounidenses incluyendo un funcionario del gobierno de Trump además de la declaración de la administración de Biden que «ha criticado de forma constante la falta de transparencia de China». ¿Cuál es la razón de este ataque mediático hacia el gobierno chino el cual ha manejado de manera óptima la pandemia (v.g. “China responde a EE. UU. que “es improbable que el virus proceda de un laboratorio”” en el portal France 24)?
Lazcano nos dice: «... en ocasiones el miedo individualizado y el temor colectivo que despiertan enfermedades nuevas y epidemias inéditas no hace, sino evidenciar patologías humanas más profundas.» ¿Cuál es el temor de los gobiernos occidentales, en su mayoría con sistemas económicos capitalistas? ¿Acaso tienen miedo de aceptar que un sistema de origen comunista haya manejado mejor la pandemia y sus consecuencias sociales, políticas y económicas? Aunque el gobierno chino no es comunista, es producto de una revolución que adoptó sus principios (v.g. “¿Tiene CHINA un sistema CAPITALISTA? – VisualPolitik” en YouTube) y mantiene algunos. Las empresas y los bancos más importantes de ese país asiático son propiedad del Estado y su producción se basa en los planes quinquenales.
Por ello es más una cuestión política de algunos científicos occidentales afirmar que el SARS-CoV-2 se haya creado en un laboratorio chino. El origen de este virus es sumamente complejo de determinar ya que, antes de infectar a seres humanos, tuvo que reescribir varias veces su información genética. Los gobiernos capitalistas, en vez de impulsar una campaña mediática contra el comunismo, deberían preguntarse si su sistema económico puede solucionar las grandes cuestiones que este acontecimiento plantea.
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