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Mapa de recursos estratégicos de América Latina Fuente: Observatorio Latinoamericano de Geopolítica |
Sudamérica se ha convertido en un ejemplo de la lucha de
clases y la resolución de sus contradicciones. La situación que vive esa región
de América Latina (la crisis de los modelos socialdemócratas del siglo XXI y la
implementación a sangre y fuego de las políticas neoliberales) no surgió de
forma espontánea. Hace once años la crisis del 2008 nos enseñó que el sistema
capitalista está en decadencia. Los economistas de las escuelas europeas y
estadounidenses han tratado de repararla pero lo único que han logrado son
políticas públicas que palian el hambre y la miseria pero no la resuelven de
fondo. No es secreto que el 90% de la riqueza a nivel mundial se concentra en
el 1% de la población. No es secreto que sólo 90 corporaciones producen el 63% de
la contaminación ambiental. Tampoco que en Bolivia se encuentra el yacimiento
mundial más grande de litio y que eso fue causa del golpe de Estado en ese
país.
El litio es uno de los minerales
que las corporaciones que se especializan en cómputo y comunicación más
aprecian. Es un alcalino lo cual lo hace un excelente conductor del calor y la
electricidad. Sus usos son varios: baterías de celulares y computadoras,
lubricante para el trabajo en altas temperaturas (p. ej. minería), purificador
de oxígeno para naves espaciales y submarinos, ingrediente en la aleación de metales
para la construcción de lentes entre otras aplicaciones tecnológicas. Es obvio
que es un mineral estratégico para el desarrollo económico de las potencias
imperialistas. Bolivia concentra el 60% de litio que existe en el mundo
[“Bolivia consolida su posición como la mayor reserva de litio del mundo”. América Economía. 22 de febrero de 2019
(en línea)]. Es claro que Bolivia es uno de los países estratégicos para la
explotación y alimentación de las maquinarias imperialistas.
La lucha del pueblo bolivariano
ha sido larga y ardua. A finales del siglo pasado tuvo una guerra por el agua
en la cual los sectores más pobres de Bolivia (campesinos, obreros e indígenas)
lucharon contra la burguesía extranjera aliada con la nacional quienes
planteaban privatizar el sistema de agua potable e incluso la lluvia. En esa
lucha en la cual, a base de batallas campales donde la paz no era opción hasta
que sucumbiera la voracidad de la clase empresarial extranjera y nacional,
surgió el liderazgo de Evo Morales. Sin embargo éste implantó de nuevo una paz
con los enemigos de los campesinos pobres, obreros e indígenas siguiendo los
principios de lo que los expertos en geopolítica llaman “el socialismo del
siglo XXI”: «Este triste desenlace tiene antecedentes que se remontan, en
apretada síntesis, a la marcha en defensa del Territorio Indígena y Parque
Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS) en 2011. Luego de esa acción multitudinaria,
el gobierno empezó a dividir a las organizaciones que la convocaron. [/] Este
es el estilo de un gobierno que denuncia “golpe” pero una y otra vez ha actuado
de forma represiva contra los sectores populares organizados que enfrentaron
sus políticas extractivistas.» [Zibechi, R. "Bolivia: un levantamiento
popular aprovechado por la ultraderecha". Desinformémonos. 11 de noviembre de 2019 (en línea)]. Era de
esperarse el derrocamiento de Evo Morales desde una lucha legítima de los
sectores que se sintieron traicionados por un gobierno que debía exterminar de
tajo la explotación de la clase empresarial. Sin embargo, por su característica
mezquina, los sectores de la burguesía ultraconservadora se montaron sobre este
descontento para recuperar su poder anterior. Pero la lucha sigue en ese país
con el liderazgo de las comunidades indígenas.
Si lo anterior parece similar a las
políticas del gobierno lopezobradorista, es a causa de que éste modelo
socialdemócrata se ha trabajado durante veinte años (ver las políticas que han implementado
los premios Nobel de economía de 2019) para parchar y remendar un sistema que
bajo el peso de los hechos se está hundiendo. El arrojo y al organización del
pueblo campesino, obrero e indígena son importantes para cambiar de raíz este
sistema que provoca muerte y hambre. Sin embargo la duda y el miedo se siembran
en el espíritu de lucha cuando surge la pregunta: ¿Cómo acabar con el monopolio
de la violencia del Estado a favor de la clase empresarial? La respuesta la
sabemos todos.
Raúl Fierro
Casa de las Ciencias de Oaxaca
Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca
51 7 50 87