martes, 9 de noviembre de 2021

Litio: Otro sueño más de la modernización

Batería de litio
Fuente: Wikipedia


El desarrollo tecnológico actual ha generado campos del conocimiento como la computación cuántica o la ciencia de las grandes bases de datos. Al igual que la máquina de vapor, en la Revolución Industrial del siglo XIX, implicó un incremento en la explotación del carbón, los aparatos necesarios para el progreso en esas ramas del saber humano exigen la extracción y tratamiento de nuevos materiales como el litio.

Este tercer elemento químico de la tabla periódica es un metal alcalino como el sodio. Su alta capacidad calorífica (se necesita mucha energía para elevar su temperatura) y potencial electroquímico (poca masa puede almacenar una gran cantidad de energía eléctrica) lo convierte en el material ideal para la construcción de elementos electrónicos, en especial baterías para computadoras, celulares, autos eléctricos entre otros productos de las fábricas modernas. Sin embargo, su extracción y almacenamiento es demasiado complicado ya que es inflamable al contacto con aire o agua, además que no se encuentra en estado puro en la naturaleza. Nos dice la investigadora Ströbele-Gregor en su artículo “Litio y desigualdades de conocimiento en Bolivia”: «... el mercado está dominado por grandes empresas, pues la explotación y el tratamiento industrial del litio se encuentran integrados en estructuras globales entrelazadas y en las cadenas de valor relacionadas.» Por ello Ströbele-Gregor se pregunta, para el caso Bolivia pero que extrapolo a la situación en México, si es posible alcanzar la soberanía nacional de este mineral bajo las condiciones de un Estado sin un presupuesto decente para el desarrollo de la ciencia y tecnología para el sector público o un plan de formación de recursos humanos para el manejo del litio.

«En el discurso político dominante, la explotación y el procesamiento del litio dentro del país [Bolivia] se presentan como una manera de salir de la pobreza y de la dependencia de la ayuda internacional», nos muestra Ströbele-Gregor (ibid.) un mismo discurso político que impera en México respecto a la extracción del litio. El yacimiento más grande de litio en México se encuentra en Bacadéhuachi, Sonora: De dónde se extraerá el agua para la extracción y tratamiento en un área que equivale a la mitad de la superficie de los Valles Centrales de Oaxaca. El cuerpo de agua más cercano es el río Bavispe que se relaciona con el río Yaqui: ¿qué conflictos socioecológicos ocasionará a las comunidades indígenas cercanas?

En la Reforma Energética del gobierno actual, se mandata que el Estado mexicano sea el único con facultades para la extracción, procesamiento, almacenamiento y transporte del litio. Algunos expertos han comparado esta acción, desde el ámbito histórico, con la expropiación petrolera de Lázaro Cárdenas. Sin embargo, el proceso de nacionalización del oro negro no sólo se resolvió con la venia presidencial sino con la exigencia de la clase obrera que trabajaba en las refinerías (ver “Taibo II Cárdenas, crónica de la expropiación” en YouTube). La organización de los trabajadores, que se expresó en la movilización social y sus conocimientos empíricos sobre la maquinaria, hizo posible la nacionalización del petróleo. También el Estado que dirigía Lázaro Cárdenas estaba a favor de esa lucha obrera: ¿Podemos decir lo mismo del gobierno de AMLO a partir de los sucesos en Dos Bocas, Veracruz? Las condiciones para la nacionalización del litio no son las mismas que las del 18 de marzo de 1938. No hay la fundación de un instituto para la profesionalización de los mineros, no hay una organización obrera en la industria del litio que permita, para las necesidades del pueblo no del sector privado, una soberanía nacional sobre ese oro blanco que los dueños de las fábricas modernas codician: El sueño del progreso de la Cuarta Transformación produce monstruos neoliberales.


Raúl Fierro 

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca

51 7 50 87

sábado, 10 de julio de 2021

Vida de un virus y la salud psicoemocional

Miércoles de ceniza (Carl Spitzweg,1860)
Fuente: Wikiart


Una de las consecuencias que más ha afectado a la población en esta pandemia, es el desequilibrio psicoemocional ya sea por las noticias falsas que circulan en redes sociales sobre la COVID-19 o aquellas que no ayudan a dimensionar de forma correcta el acontecimiento que vivimos. Esto: «Pareciera que su efecto conduce a una manipulación informativa o mediática, evitando por todos los medios el acceso al conocimiento de datos, argumentos o noticias que los ayuden a aclarar o a entender alguna situación», se menciona en el artículo “La infodemia y su alcance en el área psicoemocional de las familias. Un aporte a la crisis de la salud a propósito del Covid-19” de las investigadoras Jennifer Rodríguez y Shirley Gómez que se puede encontrar en el portal de la Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad.


La infodemia e infoxicación es uno de los principales causantes de que a veces sobredimensionemos una situación y cause ciertos efectos negativos a nuestra salud física y emocional: «En efecto, en medio del bombardeo de información, la población comenzó a sentirse agobiada, y a creer en todo lo que leía o escuchaba, lo que ocasionó un desequilibrio emocional, y hasta la paranoia de sentir los síntomas del coronavirus sin tener un contacto con ninguna persona enferma e incluso sin salir de la casa», nos dicen las investigadoras Rodríguez y Gómez.


Por ejemplo, una de las causas de angustia y ansiedad, es el contacto con materiales que pudieron infectarse con el virus: ¿Cuánto vive el SARS-CoV-2, virus causante de la COVID-19 fuera del cuerpo humano? «En el acero inoxidable y el plástico un porcentaje del virus sobrevivió y conservó su capacidad infecciosa hasta por tres días» nos dice el artículo “Coronavirus: cuánto tiempo sobrevive el virus causante de covid-19 en distintas superficies” que se publicó en el portal de la BBC News. También menciona que el virus “… sobrevivió solo 24 horas en superficies de cartón y apenas cuatro horas en cobre.” El texto recomienda para desinfección y prevención: «Un estudio publicado en el Journal of Hospital Infection en marzo muestra que los coronavirus "pueden desactivarse eficazmente al desinfectar las superficies con etanol al 62-71%, peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) al 0.5% o hipoclorito de sodio (lejía doméstica) al 0.1% en 1 minuto" [/] Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU., la OMS y otras autoridades sanitarias enfatizan que tanto lavarse las manos como desinfectar diariamente las superficies que se tocan con frecuencia son clave para prevenir la propagación del covid-19


Otro causante de desestabilizar el factor psicoemocional, es el haber ingresado a espacios donde haya habido un brote. ¿Cuál es el protocolo de sanitización bajo los criterios de la Organización Mundial de la Salud? «Las prácticas de desinfección en lugares distintos de los entornos sanitarios, como los hogares, las oficinas, las escuelas, los gimnasios, los edificios de acceso público, los centros comunitarios religiosos, los mercados, los medios de transporte y los establecimientos comerciales o los restaurantes, son importantes para reducir la posibilidad de contaminación por el virus de la COVID-19. Es preciso definir cuáles son las superficies que se tocan con gran frecuencia [negritas del texto original] en esos entornos no sanitarios para darles prioridad en la desinfección, por ejemplo, las manijas de las puertas y ventanas, las cocinas y los planos de preparación de alimentos, las encimeras, las superficies en los baños, los inodoros y los grifos, los dispositivos personales con pantalla táctil, los teclados de las computadoras y las superficies de trabajo.»


La infodemia e infoxicación, se ha utilizado como herramienta política, económica o social para ciertos intereses. La mejor arma contra la mezquindad de los desinformadores es el proceso dialéctico-crítico: analizar la narración de las noticias, problematizarla (hacer preguntas) y de esa manera obtener nuestras propias conclusiones.


Raúl Fierro 

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca

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sábado, 5 de junio de 2021

El origen de un virus y el ataque mediático contra China

Text-Context. Joseph Kosuth (1979)
Fuente: Wikiart


¿Cómo surge un nuevo virus y qué tan complejo es determinar su origen? En el artículo "El virus de la influenza: Origen y evolución de un patógeno", que se publicó en la Revista Digital Universitaria, el investigador mexicano Antonio Lazcano hace una reflexión de esas cuestiones: «… la aparición del virus [se refiere al H1N1] fue, desde un punto de vista evolutivo, un incidente más en la historia de la influenza y sus consecuencias sobre los humanos.»


Lazcano nos dice que los virus «pueden adquirir genes de sus hospederos y transportarlos de un organismo a otro o, en muchos casos, de una especie a otro, contribuyendo, así, al mantenimiento de una compleja red de tráfico de información genética que ha jugado un papel esencial en la evolución; por ejemplo, de la resistencia a antibióticos.» Si extrapolamos lo escrito por Lazcano hacia el SARS-CoV-2 podemos decir que determinar su origen es aventurado, ya que, para llegar a infectarnos, tuvo que modificar infinidad de veces su estructura. Sin embargo, algunos investigadores y periodistas no piensan lo mismo.


El 23 de marzo pasado, la OMS y el gobierno chino publicaron un informe sobre el origen del SARS-CoV-2, causante de la pandemia que padecemos. Según ese reporte es “sumamente improbable” que el patógeno haya surgido de un laboratorio. Aunque 17 investigadores de la OMS y la misma cantidad de científicos chinos realizaron el estudio, Javier C. Hernández y James Gorman, periodistas científicos de The New York Times, opinan que la investigación se inclinó hacia la versión del Partido Comunista Chino.


En su artículo “Los orígenes del virus permanecen inciertos en la investigación entre la OMS y China”, Hernández y Gorman mencionan que dicha indagación se realizó «para aliviar las preocupaciones occidentales sobre el papel del Partido Comunista Chino que es notoriamente resistente al escrutinio externo y, a veces, ha buscado impedir cualquier investigación de la OMS». Para sostener tal afirmación, así como la hipótesis de que el virus surgió de un laboratorio de China la cual permea en dicho texto, se basaron en las opiniones de científicos estadounidenses incluyendo un funcionario del gobierno de Trump además de la declaración de la administración de Biden que «ha criticado de forma constante la falta de transparencia de China». ¿Cuál es la razón de este ataque mediático hacia el gobierno chino el cual ha manejado de manera óptima la pandemia (v.g. “China responde a EE. UU. que “es improbable que el virus proceda de un laboratorio”” en el portal France 24)?


Lazcano nos dice: «... en ocasiones el miedo individualizado y el temor colectivo que despiertan enfermedades nuevas y epidemias inéditas no hace, sino evidenciar patologías humanas más profundas.» ¿Cuál es el temor de los gobiernos occidentales, en su mayoría con sistemas económicos capitalistas? ¿Acaso tienen miedo de aceptar que un sistema de origen comunista haya manejado mejor la pandemia y sus consecuencias sociales, políticas y económicas? Aunque el gobierno chino no es comunista, es producto de una revolución que adoptó sus principios (v.g. “¿Tiene CHINA un sistema CAPITALISTA? – VisualPolitik” en YouTube) y mantiene algunos. Las empresas y los bancos más importantes de ese país asiático son propiedad del Estado y su producción se basa en los planes quinquenales.


Por ello es más una cuestión política de algunos científicos occidentales afirmar que el SARS-CoV-2 se haya creado en un laboratorio chino. El origen de este virus es sumamente complejo de determinar ya que, antes de infectar a seres humanos, tuvo que reescribir varias veces su información genética. Los gobiernos capitalistas, en vez de impulsar una campaña mediática contra el comunismo, deberían preguntarse si su sistema económico puede solucionar las grandes cuestiones que este acontecimiento plantea.


 Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

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lunes, 12 de abril de 2021

Una reflexión sobre las comunidades escolar y científica en la pandemia

El país escuela (Winslow Homer, 1871)


En El Capital, Marx demostró que hay dos formas para que el sistema capitalista tenga una tasa de ganancias positiva: el desarrollo científico y tecnológico de los medios de producción y la explotación del trabajador. La primera forma conlleva un trabajo ideológico sobre los trabajadores: cómo concibe la ciencia este sistema, cuál es el papel de la escuela en la transmisión de esos valores y conocimientos, cuál es el modelo de la mente que permea en la práctica docente.


En el caso de México, el concepto de ciencia se sintetiza en la frase “Orden y Progreso”, de origen positivista, la cual dicta que la experiencia y la razón son fuente del conocimiento científico. Esto enmarca a la ciencia en el idealismo, es decir, nos dice que una mano invisible guía sus pasos hacia un nivel de desarrollo más alto. Sin embargo, desde una postura materialista dialéctica e histórica, la conclusión es que la clase burguesa dirige la agenda científica, buscando resolver sus problemas urgentes y emergentes sin que le importen las necesidades sanitarias, laborales y educativas de los trabajadores de sus empresas. Sólo hay que observar la propuesta de un regreso a clases presenciales, como lo planteó Martha Hernández Moreno, subsecretaria de Educación Básica de la SEP, sin ninguna garantía de salud para la totalidad de la comunidad escolar: responsables de familia, maestros, niños y jóvenes estudiantes (ver: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/04/08/politica/en-15-dias-decision-sobre-eventual-reapertura-de-las-escuelas-sep/), poniendo, pareciera como soborno, la vacuna contra la COVID-19 para los maestros como medida suficiente para evitar contagios en los institutos educativos que, en su mayoría, carecen de servicios básicos como drenaje, luz eléctrica o incluso aulas. Mientras los docentes de la CNTE analizamos y tratamos de proponer soluciones a esta situación, la comunidad científica mexicana sostiene una lucha por becas y reconocimientos, en una pelea arrabalera de los secuaces de Enrique Cordero, con su títere Julia Tagüeña como representante, contra María Elena Álvarez-Bullya. Los docentes militantes los cuestionamos: cuál es su posición respecto al regreso a clases presencial, qué dice la ciencia sobre ese tema, qué opinan sobre la campaña de vacunación desde una postura científica más allá de una grillería barata.


En Oaxaca, el Plan para la Transformación de la Educación de Oaxaca (PTEO) es una guía que ayuda a clarificar este acontecimiento. Urge que las regiones del estado organicen congresos educativos donde analicen resultados pedagógicos y didácticos, antes y durante la pandemia, para establecer un PTEO que sea bandera de un movimiento de educación alternativa. La formación de estudiantes que sepan afrontar esta realidad es prioridad para generar comunidades escolares con preparación para enfrentar las crisis del capitalismo ya que ésta no será la última y no habrá un regreso o una nueva normalidad (ver: https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-el-mundo-de-manana-byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html).


La formación del estudiante con una perspectiva de la ciencia para resolver sus situaciones vitales es fundamental: cómo se propaga un virus, cuál es la diferencia entre un virus y una bacteria, cuáles son los problemas que surgen en la creación, distribución y administración de las vacunas, cuáles son los problemas sociales que se agravaron con esta pandemia, cuál ha sido la respuesta de la clase empresarial, cuál ha sido la postura de la comunidad científica ante la situación actual. Convertir este acontecimiento que padecemos en una experiencia de aprendizaje tiene que convertirse en una tarea esencial del docente militante: ¿cómo estamos ayudando a los niños y jóvenes para enfrentar esta crisis y las que vienen?

 

Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

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viernes, 9 de abril de 2021

Modelos de la mente y educación

Mapas mentales de algoritmos (Joseph Pace, 2017)
Fuente: Wikiart

Ser docente no es fácil, aunque la cultura popular vea así. La primera vez que trabaje en aula, me encontré con cincuenta pares de ojos observando lo que iba a escribir en el pizarrón, atentos a la primera frase que dijera y esperando el pequeño desliz que provocara unas cuantas risas. Al terminar la sesión, sudaba de las manos y temblaba ante la idea de haber transmitido alguna falsedad sobre los conceptos y las categorías que había aprendido en la universidad. Es fácil escribir las ecuaciones de fuerza, energía cinética o de caída libre, pero divulgar las ideas sobre sus orígenes, implicaciones y limitaciones es sumamente complejo.


¿Cómo funciona la mente de un niño o joven? ¿Cómo saber si el contenido quedó bien aprehendido? ¿Cuál es la utilidad de lo que estoy enseñando? Éstas y otras preguntas, respecto a la relación entre los modelos de la mente y la educación, se hace un profesor preocupado por su práctica en el aula (virtual o presencial), ya que las respuestas a estas cuestiones nos conducen a decidir bajo qué modelo pedagógico se desarrollará nuestra práctica docente.


Para Bruner existen dos tipos de modelos de la mente que influyen en el trabajo en aula: el computacionalismo y el culturalismo. El primero concibe a la mente del estudiante como una computadora que recibe programas e información, que un instituto elige y un profesor transmite. El alumno dentro de este modelo, es un sujeto ajeno a influencias externas, incapaz de un proceso dialéctico-crítico. En el computacionalismo, el pensamiento no es complejo, percibe a la mente del estudiante como un vaso vacío. El niño o joven, bajo este modelo de la mente, sólo necesita memorizar datos para poder operar dentro del sistema. Por otro lado, el culturalismo concibe a la mente del estudiante como un ser humano dentro de una comunidad cultural, es decir, que éste va a la escuela junto con sus referentes teóricos, religiosos, artísticos y empíricos sobre el mundo y su comportamiento, más aún, los confronta a los que enseña el profesor. Si trabajamos bajo ese modelo, nuestra prioridad es facilitar en el alumno un proceso dialéctico y crítico, darle un significado a los contenidos para que el estudiante resuelva sus situaciones vitales. Dice Bruner: «La mente igualada al poder de asociación y formación de hábitos privilegia el “injerto” como la verdadera pedagogía, mientras que la mente tomada como la capacidad para la reflexión y el discurso sobre la naturaleza de las verdades necesarias favorece el diálogo socrático.»


Según el modelo de la mente que adoptemos será la práctica docente que desarrollemos. A veces no lo hacemos conscientemente pero siempre está presente. Uno de los propósitos del docente militante es estar conscientes de ese modelo, percibirlo en su trabajo de aula y en relación con la comunidad escolar: responsables de familia, autoridades educativas y principalmente con los niños y jóvenes. Diría Bruner: «El objetivo de la educación es ayudarnos a encontrar nuestro camino en nuestra cultura, a comprenderla en sus complejidades y contradicciones [ya que la escuela constituye] el primer y más importante contacto con la cultura en la que el niño va a vivir y es el primer lugar en el que puede plantearse cómo funciona y el primer sitio donde espera respuestas honestas y sugerencias útiles sobre cómo comprenderla.» En ese sentido ¿cuáles contenidos escolares sirven para resolver las situaciones vitales de los estudiantes en este acontecimiento que viven?: «La tarea de las nuevas generaciones es aprender a vivir no solo en el amplio mundo de una tecnología cambiante y de un flujo continuo de información, sino ser capaces al mismo tiempo de mantener y refrescar también nuestras identidades locales.» ¿Bajo qué modelo de la mente trabajamos en el aula?

 

Nota: Las citas de Bruner son de su libro La educación, la puerta de la cultura.


Raúl Fierro 

Casa de las Ciencias de Oaxaca

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sábado, 20 de marzo de 2021

Crónica de una defensa a la educación pública

Fuente: Estudiantes organizados de la Facultad de Ciencias (Facebook)
 

Hay una guerra escondida en cada intento por rescindir, reducir o incumplir contratos de profesores de universidades, escuelas primarias y secundarias públicas. Esa guerra tiene como propósito privatizar la educación. Los maestros de México hemos luchado durante décadas en esa guerra, en la que ha habido muertos y desaparecidos, y conocemos bien a los enemigos de la educación pública. Las derrotas que hemos tenido, han demostrado que el Estado burgués, el gobierno títere de los grandes consorcios que se aglomeran en el Consejo de Negocios, la COPARMEX y demás asociaciones patronales satélites a esas dos, propicia que las garras de la oligarquía tomen a las instituciones educativas públicas del país como mercancía. Hoy una batalla más se libra en defensa de la educación pública, una que tiene como escenario la UNAM.


El pasado 12 de marzo, a través de una asamblea virtual, que se trasmitió vía Facebook, los profesores y ayudantes de la Facultad de Ciencias de la UNAM informaron sobre las irregularidades en sus pagos: casi un año sin cobrar desde el inicio de la cuarentena, expedición de cheques con la cantidad de dos pesos y falta de respuestas satisfactorias de la dirección de la Facultad. Usando las herramientas virtuales, con la participación de 5798 profesores, ayudantes y estudiantes, que, para el 13 de marzo en que se cerró la encuesta, la mayoría votó por un paro del 16 al 19 de marzo, el cual se analizaría si proseguía a condición de las acciones que tomara la dirección al pliego petitorio de los profesores y ayudantes de la Facultad de Ciencias de la UNAM.


Inmediatamente después de que acabó la asamblea virtual de profesores y ayudantes, inició una reunió estudiantil donde se acordó apoyar las acciones docentes, convirtiéndose así en un paro docente-estudiantil. Se formó un grupo de estudiantes de Ciencias en redes sociales en el cual más de 1000 miembros trabajan activamente en difusión, enlace con otros profesores de diversas facultades que tienen la misma dificultad, así como la divulgación cultural con conferencias sobre historia de las matemáticas y la física.


Hasta ahora, la comunidad docente y estudiantil Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y la Facultad de Economía de la UNAM, se han unido al paro con las mismas demandas de regularización de pagos y un trato digno en lo laboral económico para quienes representan más de las tres cuartas partes del trabajo académico universitario de nuestra máxima de casa estudios.


La respuesta de la dirección de la Facultad de Ciencias llegó al día siguiente de la reunión estudiantil. La Dra. Catalina Stern indicó que en la semana del paro tomarían medidas extraordinarias para resolver las demandas de profesores y ayudantes. El día 19 de marzo se reunirían con ella y quienes tengan capacidad de decisión para resolver este asunto. Hasta ahora hay un cerco mediático que se ha logrado superar gracias al uso de las redes sociales y la creatividad de los estudiantes de las facultades involucradas.


Hemos aprendido que la organización y coordinación con otros contingentes magisteriales, en el caso de la CNTE, o con los estudiantes, en el caso de las universidades, han sido decisivas en las victorias y derrotas que hemos experimentado por la defensa de la educación pública. Sea cual fuere el resultado de este movimiento, no será la única vez que se intentará desmantelar la educación gratuita de este país. Hay que recordar que no es la primera vez que de manera discreta tratan de privatizar la UNAM con el sabotaje administrativo y económico (v.g. la causas de la Huelga General del 2000 en la UNAM),sin embrago hemos aprendido, que por pequeña una acción, como para fraseando a Howard Fast en la novela Espartaco: Todo lo que no se ha logrado durante años de lucha se decidirá en las próximas horas.


Redes sociales del paro docente-estudiantil (algunas ya las han suspendido por demanda de bots)

Facebook: Estudiantes organizados de la Facultad de Ciencias

Profesores de asignatura y ayudantes de la Facultad de Ciencias UNAM

Twitter: @CienciasNoPaga

@DifusinCiencia1

@ProfsUNAM


Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

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sábado, 13 de marzo de 2021

Campañas de vacunación: una historia científica-política

La niña enferma (Gabriël Metsu, 1660)
Fuente: Wikiart

El proceso de vacunación es un calvario y, según los expertos, no significará el reinicio de la normalidad sino la adaptación a una nueva forma de vivir. Por ello, hay que reflexionar sobre las lecciones que nos da la historia de la ciencia: ¿Qué implicaciones tuvieron en los ámbitos político, social y científico las campañas de vacunación?


A finales del siglo XVIII, Edward Jennner desarrolló la primera vacuna contra la viruela. Su método consistía en hacer una incisión en la piel de la persona donde le introducía un extracto de una llaga de viruela bovina. De esa manera la persona creaba anticuerpos contra esa enfermedad. Este método tenía un riesgo de mortalidad de entre el 2% y 3%. Sería hasta el desarrollo de los trabajos de Louis Pasteur que se reduciría ese porcentaje, dando lugar a los pilares de la investigación actual de las vacunas: atenuación del agente infeccioso, cultivo celulares seriados (pases), reforzamiento de la vacuna y la creación de otros métodos más seguros para la inmunización. Tuvo que pasar más de un siglo para que tuviéramos una herramienta efectiva contra las enfermedades. Nos dice Bermejo en su artículo “Un momento de reflexión acerca de las vacunas”, que se publicó en Sanidad Militar: «... la edad de oro de la vacunación comenzó en 1949 con el desarrollo del cultivo celular […] la vacunación, junto con la potabilización de las aguas, es la medida preventiva más eficaz para disminuir la morbi-mortalidad de un gran número de enfermedades.»


Ya con la vacuna, lo siguiente era distribuirla, adiestrar en su preparación y administración, conservarla y establecer un modelo homogéneo de organización y evaluación. Las bases de las campañas de vacunación se encuentran en el trabajo de Francisco Xavier Balmis, fundador de las Juntas de Vacuna. Dice Tuells en su artículo “Francisco Xavier Balmis y las Juntas de Vacuna, un ejemplo pionero para implementar la vacunación”, que se publicó en Salud Pública de México: «Las Juntas de Vacuna son el aparato administrativo, la estructura orgánica que determina quiénes son los actores del proceso y cómo han de relacionarse, adjudicándoles funciones tanto de intervención como de difusión y propaganda.» Son los antecedentes institucionales de los actuales órganos de salud que se dedican a la compra, distribución y evaluación de la inmunización y, como aparato del Estado, no fueron ajenas al uso político. Prosigue Tuells: «El hecho de que la metrópoli [la España de Carlos IV] acuda en ayuda de las colonias supone ciertamente un deseo de legitimar el poder central al intervenir en políticas de fomento de la salud, quizá por razones de interés económico»: ¿cuál es la causa de que la producción y distribución de la vacuna contra el SARS-CoV-2 hayan tenido tantas dificultades? Si desde una postura histórica-científica, los niños tienen que ser los primeros en vacunarse para empezar con la inmunización de rebaño: ¿Por qué el gobierno mexicano no lo ha decidido así?


«El Estado debe usar sus atribuciones cuando está en riesgo la salud de la población [establecer] que la decisión del paciente que se niega a recibir un tratamiento tiene como límite el que se ponga en riesgo la salud pública», opina Inostroza, en su artículo “Vacunación obligatoria vs voluntaria. Una pugna con historia”, que se publicó en Andes Pediátrica: Cuál es límite entre los derechos individuales y el bienestar colectivo. En un Estado burgués, es decir, uno donde la clase empresarial, los dueños de las fábricas, las farmacéuticas y el conocimiento científico, dicta la agenda política, social y económica para su beneficio: ¿realmente la salud de la clase trabajadora está entre sus prioridades o presionan, sin importar la desorganización y las acciones anticientíficas de esta campaña de vacunación, para reactivar una economía que prioriza sus ganancias?

 

Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

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domingo, 7 de marzo de 2021

Fugarse al purgatorio



A causa de los pecados o las deudas, a veces huir es necesario. Cuando nos fugamos, buscamos un refugio donde anclar y esperar que los vientos cambien. Eso es lo que significa En rada de Joris-Karl Huysmans.


Huysmans fue un autor francés del siglo XIX que se le reveló los males de la ciudad y del campo. Desde su visión, los nuevos placeres y valores de la modernidad de los albores del siglo XX contaminan el espíritu. Huysmans añoraba la época medieval con la misma fuerza que un noble feudal rememoraba su época antes de la llegada de la burguesía. Después de su entusiasmo por el naturalismo, rompió con éste buscando una complementación con el espiritismo. Este viaje lo llevó al mundo de los rituales satánicos. Abandonó esa travesía y buscó su redención en un monasterio. Sus últimas novelas hablan sobre su iluminación católica.


En rada cuenta la fuga a la campiña francesa de Santiago quien era un parisiense que «no servía para nada, incapaz de prenderse por las ocupaciones rebuscadas de los hombres, inepto para ganar dinero y hasta para guardarlo [sin embargo] tenía a su favor inmensas lecturas». En esa huida, le hace compañía Luisa, su esposa, quien pensaba «que el marido, el padre, o el amante fue puesto sobre la tierra para subvenir a las necesidades de la mujer, para mantenerla, para ser, la bestia que da pan». Su relación es amorosa y cálida, sin engaños, «dispuestos ambos a sacrificarse sin escrúpulos el uno por el otro». Sin embargo los verdes campos y la calidez del sol sobre los hombros de los campesinos que describe el naturalismo, presentan toda su pestilencia en la experiencia de Santiago: «”¡Y qué farsa es eso del oro de los trigos!”, se dijo mirando a lo lejos los manojos color de naranja sucia reunidos en pilas […] bajo un cielo de un imitable azul, individuos despechugados y velludos hediendo a pringue y serrando, a la vez que la mies, matas de añublo». Estas son las visiones de un señorito como los actuales que viven en su burbuja de privilegios.


La fuga de Santiago es a causa de las deudas y su rada donde espera que los vientos cambien su situación económica. Su rada es un purgatorio. Pagará sus pecados por creer en las falsedades de los poetas y novelistas que tanto leía.


Cuando huimos, no siempre encontramos un refugio de paz sino un purgatorio donde expiamos nuestros pecados y deudas (económicas, espirituales o sociales). La expiación de Santiago pasa por soportar los rústicos modales de sus primos, los extremos cambios del tiempo atmosférico, las chinches que le dejan molestos escozores entre otras patéticas formas que tiene el campo de castigar a la soberbia de un citadino: «Melancólicamente pensaba Santiago en este cínico bandidaje de la naturaleza tan servilmente copiada por el hombre». Santiago lo sufre soñando sobre la Luna y los reyes, Luisa tratando de sobreponerse a su enfermedad en un castillo derruido y húmedo.


En un purgatorio se puede imaginar estar fuera, no en un mejor lugar, sino fuera, acaso en un sueño, en una revelación o en una idea proveniente del mundo onírico: «Y sonriendo, pensó que, a pesar de todo, era un país bien singular la Luna, donde no había vapor ni vegetación ni tierra ni agua, sino nada más que rocas y estelas de lava, nada más que circos estratificados y volcanes muertos. Y además, ¿por qué la astronomía había conservado esos nombres inexactos, esas calificaciones añejas y bizarras con que los viejos astrólogos bautizaron las hileras de llanuras y de montes?»


El enemigo a vencer en un purgatorio es la angustia. Vencer ese temor que viene de la transformación, de mirarte distinto a la forma que tenías antes de iniciar el viaje: «... es propio de la angustia encarnizarse con las almas elevadas que abate, insinuándoles gérmenes de pensamientos infames», Santiago reflexiona y nosotros reflexionamos con él: ¿Qué le angustia a usted, querido pecador lector?


Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

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sábado, 27 de febrero de 2021

La felicidad en la sumisión

Fuente: Anagrama


“Si el Islam no es político, no es nada.”

Ayatola Jomeini

 

En la batalla de Poitiers (732), si Carlos Martel y sus caballeros acorazados no hubieran derrotado a la caballería ligera de Al Gafiqui, valí de Andalucía, tal vez las catedrales, que tanto apreciamos en México, serían mezquitas y, en vez de que nuestras cruces en los altares, observaríamos la media luna encima de todos los edificios gubernamentales; la libertad se consideraría una enfermedad del alma y se remplazaría por la felicidad en la completa sumisión a Alá.


«La cumbre de la felicidad humana reside en la sumisión», nos dice Rediger, un personaje de Michel Houellebecq en su novela Sumisión (Anagrama, 2015) donde narra la vida de François, catedrático de la Soborna y un prestigiado especialista en Joris-Karl Huysmans. En una época donde “ciertas prácticas sexuales habían desaparecido, en un siglo, de la memoria de los hombres, al igual que desaparecen ciertas habilidades artesanales como las de los fabricantes de zuecos o los campaneros”, François busca la redención a través de la obra y vida de Huysmans: una redención católica. Sin embargo, el escenario que describe Houellebecq para François, le trae un presente donde la derrota de Martel fue una realidad y el sistema patriarcal se afianza en lo político y lo espiritual a través de la moral islámica.


¿Cómo es posible que un mundo donde la sumisión es la felicidad llega a imponerse en otro donde la libertad es el motor espiritual de todos sus actos? En el año 2022, François vive el circo electorero de los países occidentales: «Las elecciones obedecen a un dispositivo narrativo singular en el que desde el primer minuto se conoce el desenlace; pero la extrema diversidad de los participantes (los politólogos, los comentaristas políticos “de primera fila”, las masas militantes alborozadas o llorando en las sedes de sus partidos y finalmente los políticos, con sus declaraciones en caliente, reflexionadas o emocionadas) y la excitación general de los presentes dan verdaderamente esa impresión tan rara, tan preciosa, tan telegénica, de vivir un momento histórico en directo». Por un margen corto, la Hermandad Musulmana gana las elecciones bajo la candidatura de Ben Abbes quien juega el papel de un Napoleón o un Marco Augusto que, sin el uso de armadas sino de la política lograría un imperio europeo islámico. En esa convulsión política, bajo este nuevo orden, François encontrará que su redención está en el islam: «Para el islam […] la creación divina es perfecta, es una obra maestra absoluta. ¿Qué es en el fondo el Corán sino un poema místico de alabanza? De alabanza al Creador y de sumisión a sus leyes».


En una entrevista, Houellebecq plantea el porqué de este sistema patriarcal como un nuevo orden: «Una hipótesis horrible, pero verosímil, es que [los hombres] no han cambiado; sólo han aceptado cerrar la boca. El varón occidental ya no habla; la mujer sí. La vida mental masculina ahora es algo desconocido, y por eso es verosímil pensar que el varón estaría dispuesto, si se presentara el caso, a una vuelta inmediata al patriarcado […] las mujeres pueden leerlas [se refiere a sus novelas] para enterarse de lo que realmente piensan los hombres.»


Sustituyamos Abbes por AMLO, la Hermandad Musulmana por MORENA y la oposición por los demás partidos, y encontrará las bases del triunfo de la felicidad en la sumisión evangélica: el mismo circo con diferentes actores. El mundo que vivimos está lejos de ofrecer respuestas contundentes a problemas de gran urgencia para los explotados. Los valores occidentales son los de un sistema económico que propicia la explotación, discriminación y el machismo como formas de alcanzar la felicidad. ¿De qué otras formas de felicidad, nos priva el capitalismo? ¿Cuál es la razón de lo despectivo de la narrativa gubernamental contra la insumisión de los obreros y campesinos?

 

Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca

51 7 50 87

sábado, 20 de febrero de 2021

La escuela: ¿una institución para la formación crítica o la asimilación cultural?

Nakamura,K. Estructuras (1956)
Wikiart.org

¿Qué herramientas ofrece la escuela como institución para reflexionar y responder de forma contundente a los “malestares de la cultura” (racismo, la pobreza, el machismo y otros vicios de la modernidad)? Las instituciones, según Bruner en su libro La educación, puerta de la cultura, componen a las culturas y tienen como función «especificar de forma más concreta qué funciones tiene la gente y qué estatus y respeto se les otorga». Por ello habría que preguntarnos los docentes, en todo momento, qué tipo de escuela deseamos ya que, según Bruner, «estos sistemas de intercambio se focalizan y legitiman en instituciones que aportan edificios, estipendios, títulos y demás», es decir, se corre el peligro de convertir a la escuela en una institución que reproduzca los valores de un sistema que ha generado tanto daño, al medio ambiente y desarrollo humano, a través de la coacción y voluntarismo: ¿cuántos niños no dicen que van a la escuela porque los obligan?


La educación tiene el «papel especial de preparar a los niños para tomar una parte activa en otras instituciones de la cultura». Por lo tanto «los propios sistemas educativos están altamente institucionalizados, dominando sus propios valores. Los educadores tienen sus propias opiniones, normalmente bien informadas, sobre cómo cultivar y cómo «graduar» la mente humana» ¿Cuáles son los valores que dominan una cultura que se basa en el sistema capitalista?, ¿cuáles son los referentes teóricos, empíricos, artísticos y religiosos que forman nuestras nociones sobre la educación?, ¿qué piensa el docente que enseña a los niños y qué piensan los niños de lo que enseña el docente? Al menos en México se tiene un interés más bajo por la ciencia y tecnología además de que se basa en nociones del siglo XVII o XVIII (ver “Percepción sobre ciencia y tecnología en el portal del INEGI), es necesario un programa de formación docente que ayude al profesor a enfrentar esta crisis pandémica sobre todo en el ámbito de la salud, que lo prepare para tratar de abordar preguntas como: ¿Cuál sería la importancia de saber sobre la fabricación y la historia de las vacunas?, ¿cuál fue la importancia de los diarios bitácoras de los capitanes de barcos de la época de las exploraciones en ultramar para el descubrimiento de curas?, ¿cómo los simbolismos y los rituales modificaron la salud mental en la época de la peste negra? Para llegar a profundizar en estas problemáticas, la autocrítica sobre nuestro conocimiento científico y tecnológico, incluso pedagógico, es esencial: Qué presupuestos tenemos los docentes sobre la ciencia, el devenir histórico y las relaciones de producción, cómo afectan estos presupuestos en la educación, ¿estamos realmente enseñando lo necesario para vivir en esta situación o sólo queremos cumplir con los que mandata una institución que no se ha preocupado por las necesidades educativas pero sí de sus negocios con las empresas de telecomunicaciones?


Bruner ofrece la siguiente solución: una institución «diseñada para reconocer la falta de información útil» sobre los malestares culturales y otra «para reconocer que carecemos de un aparato deliberativo que pueda convertir el conocimiento útil en alternativas administrativas sabias». Desde el PTEO, desde un movimiento de educación alternativa, deberíamos preguntarnos: ¿Qué clase en el poder determina lo útil?, ¿cuáles serían las características de estas instituciones pero que se enfoquen en las necesidades urgentes y emergentes de las comunidades? «El Establishment Educativo, con toda su experiencia directa en tratar con rutinas educativas, tiene poca doctrina establecida para trabajar esos problemas [los malestares culturales].» Qué papel juega el docente en la actualidad: ¿formador o asimilador? Muchas preguntas y en el aula se pueden generar las respuestas.


Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4, San Sebastián Tutla, Oaxaca

51 7 50 87

martes, 16 de febrero de 2021

Amor, sabiduría y Platón

Boreas y Oritía
Fuente: Wikipedia

¿Cuántas penas de amor nos ahorraríamos si leyéramos a Fedro de Platón?: «Como el lobo ama al cordero, [/] El amante ama al amado», recita un poema Sócrates a Fedro en este diálogo platónico sobre el amor. Bajo un platanar, a las orillas del río Illiso, famoso por ser el escenario donde sucedió que Bóreas raptó a la ninfa Oritea, Sócrates y Fedro dialogan sobre un escrito de Lisias, amigo de Fedro: «¿Cómo pueden aprobar las resoluciones que han tomado en un estado de delirio?», se pregunta Lisias en la obra de Platón. Quien está enamorado está enfermo de intemperancia. La verdad se nubla ante el deseo. Sócrates en su diálogo con Teeteto habían llegado a la conclusión que las opiniones de un sujeto no eran constantes en diferentes estados (embriaguez, furia, dicha): «Cada uno de nosotros debe reconocer que hay dos principios que le gobiernan, que le dirigen, y cuyo impulso, cualquiera que sea, determina sus movimientos: el uno es el deseo instintivo del placer, y el otro el gusto reflexivo del bien.» Pero cuando entendemos que muchas veces es el deseo el que nos guía en la ternura con la persona en quien descansa nuestra pasión: «... la ternura de un amante no es una afección benévola, sino un apetito grosero que quiere saciarse», nos liberamos de esa enfermedad, y podemos poseer sabiduría: «Cuando llega el momento de verse libre de esta pasión, obedece a otro dueño, sigue otro guía, es la razón y la sabiduría las que reinan en él, y no el amor y la locura; se ha hecho otro hombre sin conocimiento de aquel de quien estaba enamorado.»


El amor que se guía por los sentidos es uno del tipo animal, el cual sólo busca la satisfacción del deseo. Desde un punto de vista biológico, el amor es una explosión de hormonas que modifican nuestro físico y nuestra mente: «Se sabe que los enamorados presentan estados de ansiedad y estrés moderados que se manifiestan a través de un aumento en la sudoración, la presión arterial, el ritmo cardiaco y en los movimientos peristálticos intestinales (las famosas "mariposas en el estómago")» nos dice Camacho-Arroyo en su artículo “¿Qué es el amor? Respuestas desde la biología” en la revista Cómo ves. El amor desde este punto de vista, prepara al cuerpo para la supervivencia, para satisfacer una lucha por satisfacer una necesidad fisiológica como comer, pero el ser humano es más que un animal: Quien se guía por la razón no busca la satisfacción del deseo sino el conocimiento: «Aquel que dueño de sí mismo, no se deja extraviar por el amor, preferirá la seguridad de su amistad al placer de alabarse de ella.»


Lo único que puede salvarnos del amor es el conocimiento de nosotros mismos. Juan José Arreola dijo que el ajedrez lo había salvado de varias penas de amor. El ajedrez no sólo te permite conocer el espíritu de tu compañero de juego sino conocerte a ti mismo. Cuanto más sé de una apertura o una defensa, o tengo más herramientas tácticas, con más seguridad me muevo y no caigo en el embelesamiento de un posible sacrificio por la belleza. La templanza nos permite, si no ganar el juego, encontrarnos con problemas que después ocuparan a nuestra mente por días, semanas o meses: «Cuando el gusto del bien, que la razón nos inspira, se apodera del alma entera, se llama sabiduría».


Platón feat Benedetti: «... la mayor parte de los amantes se enamoran de la belleza del cuerpo, antes de conocer la disposición del alma y de haber experimentado el carácter, y así no puede asegurarse si su amistad debe sobrevivir a la satisfacción de sus deseos […] que un día cualquiera [/] no sé cómo ni sé [/] con qué pretexto [/] por fin me necesites.» No se trata de ser un pasajero en la vida de alguien a quien estimas y admiras sino de permanecer en su memoria, que más allá de que si existe un deseo entre los dos, se conozcan y compartan la verdad de este mundo y la lucha por un devenir mejor para la humanidad.


Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla

51 7 50 87

sábado, 6 de febrero de 2021

Ciencia Ficción y Arte: una alianza ontológica

Yerka, J. Techno Beach
Fuente: Wikiart

La Ciencia Ficción (CF) como género se manifiesta en varias expresiones artísticas: la literatura, el cine, la escultura entre otras. Su importancia radica en la capacidad para narrar futuros posibles que nos permitan reflexionar sobre cuál es el propósito de la humanidad, qué consecuencias tiene el desarrollo tecnológico en los ámbitos políticos y religiosos, y cómo la ciencia influye en nuestra concepción del ser.


Existen varios departamentos universitarios que se dedican al estudio de la ciencia ficción y su uso en la docencia y el arte (v.g. la Asociación de Estudios sobre la Ciencia Ficción que se conforma por miles de profesores en el mundo). Los investigadores han logrado discernir cuatro temas principales de la CF: utopías y distopías, manipulación temporal y épocas alternativas, inteligencias artificiales y la interacción con otros mundos y seres. De lo anterior, los artistas contemporáneos prefieren abordar las implicaciones sociales de las inteligencias artificiales, la cual da lugar al cyberpunk o la especulación sociológica de la era robótica.


Para una crítica del arte de la CF, Vernor Vinge, científico y autor de CF, acuñó el concepto de singularidad tecnológica, la cual se refiere al momento histórico en que las máquinas tengan la facultad de mejorarse sin la ayuda del ser humano. Vinge plantea cuatro posibles escenarios de la singularidad tecnológica:


  1. La evolución de las computadoras hacia una inteligencia súperhumana. En este caso tenemos a los algoritmos de Google, Facebook, Amazon y otras compañías, que determinan lo que deseamos ver, escuchar y conocer.
  2. La generación de una gran red de computadoras que representen una entidad con inteligencia humana. El desarrollo tecnológico del internet ha logrado satisfacer nuestras necesidades de entretenimiento y consumo hasta resolver teoremas matemáticos y enigmas como el descubrimiento de las ondas gravitacionales.
  3. La unión entre humano y máquina. Las vacunas son una actualización de nuestro antivirus y La especulación desde el cyberpunk nos lleva a pensar en la instalación de un cibercerebro que se actualice vía satelital: ¿acaso los tutoriales por YouTube ya cumplen de manera arcaica esa función?
  4. El progreso de las ciencias biológicas hasta el punto de un incremento en las capacidades intelectuales humanas. Aunque ilegales, las drogas que potencian las habilidades de los deportistas ya existen o algunas que ya mejoran el rendimiento cognitivo en el ajedrez.


Ya hemos iniciado un proceso donde la disolución de los límites del alma y el cuerpo se volverá una realidad. Si la tecnología nos permite prescindir del cuerpo como una parte de nuestra identidad: ¿cómo definiremos al ser? Si la espiritualidad y las creencias están ligadas a la respuesta de la anterior pregunta: ¿será el desarrollo tecnológico, por parte de las máquinas, una señal de convivencia o de superación?, ¿cómo será la espiritualidad en ese futuro? (ver "La rebelión de las máquinas. Arte, singularidad tecnológica y ciencia ficción" de García-Sedano).


Por otro lado, dado lo anterior, ¿en qué radica la potencia especulativa de la CF? En que es el mito de la cultura contemporánea. Robert Graves, en el prólogo de su libro Los Mitos Griegos, hace un análisis sobre como estas narraciones justifican el poder por parte de ciertos grupos además de los roles de cada civilización que conformaba el mundo helénico. Así la CF configura la forma en cómo percibimos la ciencia, sus limitaciones y alcances. De alguna manera es una representación de la nueva divinidad de la humanidad: la tecnología, que da forma al devenir del ser humano, a una nueva espiritualidad que se basa en la construcción de una nueva idea del progreso, la cual el arte, el que se preocupa por la reflexión y la búsqueda de la verdad a través de la libertad, ha criticado de forma dura y bella.

 

Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca

51 7 50 87

sábado, 30 de enero de 2021

Educación en la pandemia: "Es la misma tormenta pero no estamos en el mismo barco"

Imagen de portada de Docentes de a pie. Enseñar en la pandemia

La narración, decía Jerome Bruner, es la moneda común de la cultura. Ésta la utilizamos para preparar las condiciones de la felicidad: resolver problemas, dificultades y conflictos que surgen de las contradicciones de una realidad divergente. ¿Cuáles son los relatos de la realidad educativa bajo la pandemia en este país? Por un lado, el del gobierno, con una versión donde todo marcha bien. Por el otro, desde lo que relatan los docentes, los estudiantes y padres de familia donde encontramos varias contradicciones con la narración del Estado según lo muestra Docentes de a pie. Enseñar en la pandemia de Daliri Oropeza.


Daliri Oropeza «de oficio periodista y buena alumna, caminante de veredas, tejedora de relatos...» como la describe en el prólogo Pedro Hernández Morales, Secretario General de la sección 9 CNTE-SNTE, muestra una sensibilidad y técnica fina para mostrar las peripecias por las que pasan quienes conformamos las comunidades escolares: docentes, alumnos y responsables de familia de Oaxaca, Michoacán, Chiapas, Guerrero, Jalisco, Sonora y Ciudad de México, así como las propuestas para resolver los problemas teóricos, las dificultades didácticas y los conflictos políticos que se presentan en el quehacer educativo.


Este libro lo componen siete reportajes que Oropeza publicó en el portal Pie de Página. Cada artículo es a tres voces (docente-estudiante-responsable de familia) que la SEP se niega a oír: «Mauro Jarquín, politólogo de la UNAM, señaló que la SEP estaba generando condiciones para que los organismos empresariales como Google educación, Pearson y Discovery, establecieran nichos de mercado en la educación pública.»


La obra presenta el Proyecto de Educación Alternativa para Chiapas que «recupera las tradiciones de los pueblos, crea materiales y organiza colectivamente a los maestros democráticos», el Librobús en la Ciudad de México, la entrega de cartillas semanales con el tema de la pandemia en Michoacán, el Plan para la Transformación de la Educación del estado de Oaxaca entre otros proyectos y otras propuestas, mostrando: «Un movimiento impulsado por una Coordinadora Nacional, que ha resultado más que un sindicato magisterial y se ha convertido en un semillero de proyectos independientes educativos que sostienen la enseñanza en los huecos dejados por el Estado.» Hay que destacar la labor periodística de Oropeza para recuperar las historias de dos temas que ha olvidado el proyecto Aprende en Casa: las lenguas indígenas y la educación especial, artículos que nos muestran excelentes ejemplos de cómo trabajar en esos rubros.


¿Qué significados trae Oropeza para cada uno de los actores educativos en este acontecimiento? Para los docentes: "No son tiempos de ser estrictos, dice [Pedro Hernández], sino comprensivos." Para los responsables de familia: «“No agarra nuestra tele, además no tengo con qué pagarlo el cable”, dice una madre de familia de Tlacolula al opinar sobre la estrategia de la SEP». Para los estudiantes: «... al pedirle que abriera la ventana, éste dijo que no porque podía entrar el coronavirus.»


La sensación de que nos habla de una realidad de hace meses en un acontecimiento que cambia vertiginosamente además de dejarnos con la duda sobre la continuidad de los proyectos educativos que muestra son peccata minuta de ese libro, problemas de todas las antologías de artículos periodísticos que envejecen muy rápido. Sin embargo, no le quita la potencia para entender la realidad actual y cómo es que llegamos hasta este punto, en una crisis que se agudiza cada día en la cual este gobierno, bajo el mandato del sector privado, no responde a las necesidades de las comunidades escolares, pero sí de sus aliados empresariales.

 

Nota

El libro se puede descargar de forma gratuita en la siguiente dirección: brigadaparaleerenlibertad.com/libros

 

Raúl Fierro

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca

51 7 50 87

lunes, 25 de enero de 2021

El científico y la ética moderna

Hombre de Vitruvio (1492)
Leonardo da Vinci

Los productos tecnológicos parecen cosa de magia. Nos dice el escritor estadounidense de ciencia ficción Arthur C. Clarke: “Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”. La cotidianidad se ha transformado en un mundo lleno de objetos mágicos. Podemos comunicarnos en segundos con otra persona que se encuentra en otro continente, informarnos de eventos que suceden a miles de kilómetros de distancia e inmortalizar nuestra voz en una grabadora. Este mundo, a través de la tecnología, nos ofrece una infinidad de soluciones a diversos problemas a los que nos enfrentamos.


Por otro lado, la facilidad en el uso de la tecnología (al menos para los que hemos crecido con ella o los que han nacido en esta era), nos hace percibir un mundo de obviedades donde estos objetos parecieran, aún más para las nuevas generaciones, haber estado con nosotros desde hace miles de años como el fuego. Esa obviedad y facilidad de uso ha provocado que la mayoría de las veces no nos preguntemos sobre el funcionamiento de nuestro universo social y natural ya que es lo que vivimos cotidianamente.


Entender el “cómo funciona” algunas cosas tan cotidianas (celulares, hornos microondas, computadoras entre otros artefactos que surgen del uso de la mecánica cuántica, la relatividad einsteniana y la teoría de cuerdas) nos sirve para reflexionar sobre la ética en la ciencia y la tecnología y hacia cuál es nuestro propósito como humanidad.


De forma más precisa, el propósito occidental de la humanidad, en el medievo, ha correspondido a los intereses de la divinidad: los señores feudales sustentaban su poder en la creencia divina. Con el crecimiento de los gremios de artesanos y comerciantes, se fue configurando la época moderna y con ella la ciencia. Si nos basamos en uno de los principales libros de los inicios de la modernidad, el capítulo cuarto de La cena de las cenizas de Giordano Bruno, nos permite llegar a esta conclusión: La Ciencia no puede dictar nuestra moral, pero el científico sí. De forma más concreta: el científico puede tener intereses individuales sobre lo que investiga. Estos intereses corresponden a sus referentes dentro de un sistema económico y social. El científico es un producto de la modernidad por lo tanto está sujeto a los intereses de la época en la que vive, en este caso, a la era del Antropoceno.


Por lo tanto, es importante reflexionar sobre e l uso de la tecnología, pero también sobre los orígenes de su creación y su creador: ¿a quiénes responden de su trabajo los científicos?: ¿a la comunidad trabajadora o a la comunidad empresarial? Un científico que trabaja para una empresa privada estará sujeto a las necesidades de la industria a pesar del uso que se dé a sus conocimientos (v.g. La lucha contra la industria del plomo) Un científico que trabaja para el gobierno, que no es más que un títere de la clase empresarial, estará sujeto a corroborar las “verdades históricas” o los “otros datos” para salvar su puesto.


La ciencia dentro de este sistema capitalista se convierte en una mercancía. El propósito de la ciencia, pensada idealmente por Voltaire, Émilie de Châtelet o Diderot, se corrompe bajo la dinámica del mercado capitalista.


La duda es el ingrediente principal del pensamiento científico. Por ello recomiendo al lector, que cada vez que revise un artículo sobre algún investigador o divulgador de la ciencia, reflexione sobre los referentes que les transmite, qué ideas apoya y a quiénes sirve. Bajo esa cavilación, ¿cuál es el propósito del científico moderno?


Raúl Fierro 

Casa de las Ciencias de Oaxaca

Camino Nacional 4, San Sebastián Tutla, Oaxaca

Teléfono: 51 7 50 87