domingo, 27 de enero de 2019

Interpretación matemática y el mundo material

Negro y Violeta (1923)
Wassily Kandisnky
Fuente: WikiArt


El orden y el caos son subjetivos. Las matemáticas no dan prueba alguna de que un fenómeno se mantenga eterno e inamovible bajo alguno de esos dos conceptos. Las interpretaciones que hacemos de un evento natural o social dependen de las disciplinas (física, biología, sociología, historia) que ocupemos para describir el mundo.
La matemática es la forma en la que nos comunicamos con el universo. Encontramos en ella una consistencia lógica (incompleta según Gödel) más no ordenada o caótica. El orden y el caos surgen de nuestra manera de clasificar al universo. El significado que observa el sujeto en los objetos matemáticos genera un sinfín de interpretaciones de las cuestiones del comportamiento ya sea social o natural.

Por ello no debemos sorprendernos de aquellas cosas que parecen tener sustento, la mente crítica permite el progreso intelectual. La retórica (la habilidad de la lengua para convencernos de que cualquier asunto es válido) se utiliza más que la lógica que hace consistente al mundo. En el caso de las terapias de la vida cuántica (astrología y alquimia) se basa en las interpretaciones que se le da a la física cuántica que es una teoría bien sustentada pero desde la interpretación de conceptos y predicciones que la Física hace desde los objetos matemáticos.
Las interpretaciones que damos a los objetos de otras materias son interpretaciones de las interpretaciones; esto es entender el mundo desde segunda mano. En la medida de lo posible, debemos entender al mundo de primera mano.

La matemática genera desde el número una posible interpretación del mundo según la disciplina en la cual nos movamos. El número 5 por sí sólo no me dice nada pero si soy un bodeguero ese 5 empieza a transformarse en 5 manzanas, 5 plátanos o 5 pesos. Juntas, la palabra y el número, interpretan al mundo. Por ello es importante que todos los sujetos no sólo restrinjan su conocimiento a lo que les resulté más convincente. Aceptar el dogma de otro sujeto, sin criticarlo, es obtener conocimiento de segunda mano, una acción que se llama adiestramiento. En el caso de que nosotros oigamos, leamos, interpretemos, etc. a eso se le llama aprendizaje.

En el caso de la física cuántica, su campo de interpretación natural se restringe al comportamiento de las partículas que construyen este universo. Si queremos darle una interpretación en nuestra vida social sólo estaremos arañando la superficie de algo que es más profundo desde otro punto.

Las diversas interpretaciones que se le da a la incertidumbre de Heisenberg, donde nos dice, a grandes rasgos, que no podemos saber con exactitud, al mismo tiempo, la posición y velocidad de una partícula. Esta interpretación sólo debe quedar en lo que significa posición, velocidad y partícula en términos de la Física. ¿Por qué generar una interpretación hacia otra esfera (política, social, psicológica) de algo que ya está interpretado? ¿Por qué esa persona no hace una interpretación desde la matemática pura? Saber matemáticas es parte de un conocimiento culto. Ser culto significa, no sólo saber leer, sino interpretar el mundo a través de la lógica matemática.

He oído decir que la matemática es inútil si no se estudia una ingeniería o alguna carrera científica. Esto es falso. La lógica matemática no sólo se restringe a estas esferas del conocimiento también es parte de la vida diaria. Más allá de que con ella medimos o contamos dinero, una mente que refuerza su conocimiento matemático, se interesa en reforzar sus interpretaciones de su medio. Crea axiomas (creencias) y proposiciones que surgen de una lógica individual, son los ladrillos de un pensamiento culto.

Por ello una mente que cree que todo es caótico o todo es ordenado sólo ve la interpretación a partir de un solo lado, desde de una sola disciplina. Las matemáticas son, como nos diría Kepler, las ideas de Dios y ¿cuántas ideas Dios nos oculta?

Raúl Fierro
Casa de las Ciencias de Oaxaca
Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca
51 7 50 87

lunes, 21 de enero de 2019

El gen vasconcelista

Bandera del EZLN


El sistema educativo mexicano, que José Vasconcelos configuró hace más de noventa años, trae consigo información antiindígena así como una tendencia hacia el fascismo (ideología que se volvió fundamental en el pensamiento vasconceliano). La educación de nuestros abuelos, la de nuestros padres y la nuestra es de herencia vasconceliana. ¿Es posible que debido a este gen vasconceliano que tenemos cada mexicano, tendamos a identificar a cualquier movimiento indígena como un retroceso para el progreso de la nación o simplemente lo releguemos a una curiosidad?

El investigador Agustín Jacinto Zavala cita algunas palabras de Vasconcelos: «El peligro no es, claro está, que México vuelva a lo indígena. No tiene para ello fuerza el indio, ya que abandonadas a sí mismas las clases indígenas, volverían a la choza de palma» [Jacinto Zavala, A. (2002). “Las etnias y la cultura mexicana en José Vasconcelos”. Relaciones. Estudios de Historia y Sociedad. Vol. XXIII. Pág. 91 (México, 2002)]. En el artículo que cité, Jacinto Zavala hace una reflexión sobre el pensamiento vasconceliano y cómo éste fue la base para un nacionalismo que pretendía ser moderno (copia del modelo europeo). En el texto se puede observar como el conocimiento indígena, desde el punto de vista de Vasconcelos, es inocuo, es decir, que no afectaría el desarrollo histórico, social y económico de México.

«La celebración del 25 aniversario del levantamiento armado del EZLN no es la puesta en escena de un movimiento social. Es muestra de potencia de una fuerza político-militar con orden, disciplina, cohesión, destreza, capacidad logística, base social, mando y control del territorio» [Hernández N., L. “Bertolucci en la Lacandona”. La Jornada. 8 de enero de 2018 (en línea)]. El zapatismo es la antítesis vasconceliana, es la antítesis del pensamiento homogéneo de nación que busca la clase burguesa y que se contrapone a sus intereses.

Cabe destacar que el movimiento zapatista genera una organización diferente y por lo tanto peligrosa para este Estado. Se puede decir que tiene un carácter genuinamente popular ya que surge desde «las “más bajas capas” sociales, aplastadas por el yugo y la explotación, levantáronse por propia iniciativa, estamparon en todo el curso de la revolución el sello de sus reivindicaciones, de sus intentos de construir a su modo una nueva sociedad en lugar de la sociedad vieja que querían destruir.» [Lenin, V. I. El Estado y la revolución. Fundación Federico Engels (España, 2009)] ¿Es posible negar que el movimiento zapatista, a pesar de que se desarrolla en un limitado espacio y con una pequeña masa movilizada, ha sustituido el aparato del Estado, que sirve a los intereses empresariales por una organización completamente diferente? Los caracoles (comunidades zapatistas) construyen otro tipo de organización y generan otro conocimiento que se ha reforzado con seminarios y coloquios, festivales de arte, escuelitas y exhibiciones fílmicas. Esto les ha permitido resistir a pesar de las burlas y las descalificaciones que se lanzan en base al prejuicio y la falta de información.

El gen vasconcelista, la herencia educativa posrevolucionaria, se activó en las opiniones de una parte de los mexicanos a causa del comunicado del subcomandante zapatitsa Moisés. Por eso no es increíble que algunos intelectuales hagan comentarios contra esa postura: «Como he señalado, hoy la rebelión armada no sólo es irracional sino suicida, considerando el descomunal poderío económico-bélico y el nivel de sofisticación alcanzado por las tecnologías de guerra» [Toledo, V. M. “El esplendor de AMLO y el ocaso del EZLN”. La Jornada. 15 de enero de 2019 (en línea)]. Ante tal frase, que pide a paz, siempre cabe preguntarse “¿paz para quiénes?” Existen ejemplos históricos de posiciones “pacifistas” que han terminado en guerras imperialistas. Uno de esos es el de Rosa de Luxemburgo a quien socialdemócratas, aliados con el naciente nazismo, entregaron a las fuerzas policiales para mantener la “paz” y el “progreso” de la sociedad alemana que al final terminó en la boca de la serpiente fascista que terminó asfixiando a su clase obrera y devorando millones de vidas. ¿Acaso aquellos, quienes defienden a la Guardia Nacional y los megaproyectos, no están entregando a la tortura, al asesinato y al exterminio al movimiento zapatista con los mismos argumentos que los socialdemócratas alemanas entregaron a la Liga Espartaquista que fue la única oposición real contra el nazismo?

Raúl Fierro
Casa de las Ciencias de Oaxaca
Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca
51 7 50 87

domingo, 13 de enero de 2019

Las consecuencias de la felicidad capitalista

El suicidio (1877)
Edouard Manet
Fuente: historia-arte.com


Definir la felicidad es algo complejo, es decir, depende de varias variables cualitativas y cuantitativas. Sin embargo, voy a aventurar una enunciación sencilla de la felicidad: vivir mejor, es ser más feliz. ¿Qué significaría vivir mejor? Según el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que establece el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD-ONU), los parámetros que definen el buen progreso de las naciones son: Salud (esperanza de vida), Educación (tasa de alfabetización) y Riqueza (PIB per cápita). Una nación que mantenga buenos niveles de Salud, Educación y Riqueza podría decirse que mantendrá una población que vive mejor; es decir, con una felicidad elevada.

Según la PNUD-ONU, una zona que mantiene su IDH muy alto es el Reino Unido (Inglaterra, Escocia y Gales). Esta zona es donde nación al Revolución industrial, cuna del capitalismo moderno y ejemplo de progreso de este sistema económico en el que sobrevivimos: «En 2013, la causa más probable de muerte para un hombre de entre 20 y 49 años [en el Reino Unido] no era ni asalto, ni accidente de tráfico, ni las drogas, ni un ataque al corazón, sino la propia decisión de no seguir viviendo» [Will Storr. “Los machos suicidas, o cómo el perfeccionismo puede ser mortal”. El País. 15 de enero de 2016 (en línea)]. ¿Qué es lo que lleva a un hombre a suicidarse teniendo las oportunidades que ofrece una región como el Reino Unido?

En ese artículo, el profesor Rory O’Connor de la Universidad de Glasgow y presidente de la Academia Internacional de Investigación del Suicidio, nos dice: «Pero lo más alarmante es que la mayoría de los depresivos no se suicidan. Menos del 5% lo hacen. Así que la enfermedad mental no lo explica. Para mí, la decisión de suicidarse es un fenómeno psicológico». Este fenómeno psicológico es el perfeccionismo social que «no se trata de lo que uno espera de sí mismo», explica O’Connor, «sino de lo que cree que piensan los demás. Que ha decepcionado a otros, que ha fracasado como padre, como hermano, o lo que sea».

¿Qué es lo que esperan las demás personas de mí? Una pregunta recurrente en la mente del suicida según O’Connor. Imaginar es algo inherente en la biología humana. Los seres humanos, gracias al desarrollo evolutivo de su corteza prefrontal (zona cerebral que se encuentra justo detrás de nuestra frente), consiguen figurarse diversos escenarios. El cerebro recoge datos del exterior y simula diversos eventos. Entonces si la información con la que trabajamos para crear estos eventos es aquella donde anuncios publicitarios, películas y libros nos mandatan el placer, la reproducción y el consumo: ¿acaso lo que espero de mí no es aquello que espera la clase empresarial que sea: una persona feliz dispuesta al engorde para alimentar la maquinaria capitalista?

El marxismo define al trabajo como: "un proceso que se da en la relación del hombre con la Naturaleza, en el cual el hombre determina, regula y controla las reacciones materiales entre sí y la Naturaleza […]. Durante su proceso, el trabajo pasa constantemente de la forma de actuación a la de ser, de la forma de movimiento a la de un objeto" [Diccionario filosófico marxista de M. Rosental y P. Iudin].

La felicidad capitalista exige perder identidad y relación con el medio ambiente. Perder raíces culturales para no poder diferenciar entre placer y realización. Vivimos en la era del hombre sin personalidad, que para cumplir su destino ilusorio, necesita sacrificar a su compañero de clase hasta el punto de sentirse aislado y cometer suicidio. ¿Usted (realmente) es feliz?

Raúl Fierro
Casa de las Ciencias de Oaxaca
Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca
51 7 50 87

domingo, 6 de enero de 2019

Kandinsky: el otro proyecto artístico soviético

Vasili Kandinski
Fuente: Wikipedia


La historia del conocimiento humano transcurre entre el pensamiento aristotélico (de tendencia materialista) y platónico (de tendencia idealista). No es coincidencia que del primero se haya desarrollado la Biología y del segundo la Matemática. Como herederos de estas dos expresiones filosóficas encontramos  primero a Hegel (idealismo) y después a Marx (materialismo). Ambos han influenciado los procesos históricos más recientes de la ciencia y el arte, así también sus seguidores han protagonizado una lucha encarnizada respecto a cuál describe mejor el mundo. ¿Existirá una expresión del conocimiento humano que sea una amalgama de la idea y la materia? Creo que podemos encontrarla en la pintura y en gran medida en la obra de Vasili Vasílievich Kandinsky (Moscú, Imperio ruso 1866 – Neuilly-sur-Seine, Francia 1944).

En el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México se exhibe parte de la obra de Kandinsky y documentos donde se muestra algo de su proceso artístico en la Bauhaus (una de las grandes escuelas socialistas de arte). Esta exposición, que estará hasta el 27 de enero de este año, se divide en cuatro partes.

La primera muestra la preocupación del autor por representar la historia medieval de Rusia y los paisajes de la época en que Kandinsky vivió (finales del siglo XIX y principios del XX). Es en ésta donde se muestra su tendencia idealista (espiritual-religiosa) producto de una educación burguesa que su padre, comerciante de té, y madre, aristócrata mongola, le proporcionaron.

La segunda muestra los productos de problematizar el arte como una herramienta para democratizarlo y racionalizar, a través de la geometría, la experiencia estética: «Mencionemos todavía que los tres procedimientos [el grabado, la xilografía y la litografía] tienen un valor social y mantienen una relación particular con las formas sociales. El grabado es ciertamente de naturaleza aristocrática: sólo se pueden reproducir muy pocos ejemplares de buena calidad, que además son siempre diferentes, de modo que cada copia es única. La xilografía es más rentable y más uniforme, pero sólo excepcionalmente permite la aplicación del color. La litografía, por el contrario tiene la capacidad de producir copias en número ilimitado y del modo más rápido por procedimientos meramente mecánicos, y se acerca a través del empleo del color, cuyas posibilidades están en perpetuo desarrollo, al cuadro pintado a mano, y constituye en cierto sentido un sustitutivo del cuadro. De este modo aparece con claridad la naturaleza democrática de la litografía» [Kandinsky V. Punto y línea sobre el plano. Ed. Paidós (Argentina, 2003)].

La tercera parte hace referencia a los organismos microscópicos. Los cuadros muestran como Kandinsky pasa de la forma rígida de la línea, el círculo y los ángulos a su estado flexible como lo muestran las bacterias, las células y protozoarios que trata de imitar en su obra. Al igual que Dalí y otros surrealistas, con los que compartió ideas, su gusto por la ciencia lo llevó a interpretarla, a través de la pintura, como un zoológico ideal de microorganismos que se materializaron en óleo y tela.

La última sección es la máxima interpretación de su teoría de color y la relación que guarda con las emociones. La música es la forma en que se transmiten así como para la pintura es el color. Kandinsky junto ambas para traducir del oído a la vista, las sensaciones que producen las melodías de Wagner y Schünberg (de quienes hay una muestra musical en la exposición).

Cabe destacar que el proyecto pedagógico artístico que proponía Kandinsky, quien trabajó, después del triunfo de la Revolución de octubre de 1917, para el Comisariado del Pueblo para la Educación y además fue el primer director del Instituto para la Cultura Artística, pudo ser el proyecto de cultura de los soviets. Sin embargo ganaron las corrientes productivistas y constructivistas del arte las cuales satisfacían la necesidad de la formación de un pueblo ruso que apenas salía de un sistema feudal y de una explotación que lo dejó en el hambre y la miseria. Kandisnky se llevó su proyecto a la Bauhaus la cual perseguía la desaparición de clases entre los artesanos y los artistas así como la premisa de que la teoría y la práctica siempre van juntas. ¿Puede que el idealismo no esté peleado con la lucha de clases?

Raúl Fierro
Casa de las Ciencias de Oaxaca
Camino Nacional 4 San Sebastián Tutla, Oaxaca
51 7 50 87