lunes, 21 de noviembre de 2016

La lengua inglesa: ¿una imposición para la creación?

Torre de Babel. M.C. Escher
Fuente: Wikiart


Raúl Fierro*

Hace más de un mes, Bob Dylan, músico estadounidense, recibió el premio Nobel en Literatura “por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción”, según la Academia Sueca quien ofrece dicho reconocimiento. La importancia del galardón radica en que es una brújula, una guía de la agenda del conocimiento mundial: ¿qué nos depara en el futuro el conocimiento? y ¿cómo se piensa en la actualidad? Por ello se generó una intensa polémica sobre el evento Dylan-Nobel. Tal polémica giro alrededor de la pregunta: ¿un músico, un escritor de canciones, merece un premio que tradicionalmente se ha reservado para escritores de libros? Las masas intelectuales y críticas del país se avocaron a una pregunta que considero incombustible: la frontera entre la música y la literatura sólo la divide el sonido y un premio sólo sirve para dos cosas: ganar dinero y prestigio. Creo que esas masas han olvidado el carácter de brújula que tiene el Nobel y no se han hecho las siguientes preguntas: ¿Por qué elegir a un personaje que nunca se le ha traducido su obra a otro idioma?, ¿dentro de la Literatura, acaso la Academia Sueca nos dice que sólo las personas que escriben en inglés merecen que se les llame literato?, ¿acaso la cultura sólo se volverá accesible a aquellos que hablen inglés y las demás lenguas carecen de valor?

Bob Dylan tardó unas semanas en contestar si recibiría el premio. Su respuesta creo que fue la más correcta: recibirá el dinero del premio pero no irá a la ceremonia. Ahora que veo de nuevo las discusiones de algunos colegas en las letras, veo que han capitulado contra el inglés como lo han hecho mis compañeros en las ciencias: siguen sin discutir sobre la bofetada que la lengua inglesa, la lengua dominante en Ciencia y ahora parece ser, como nos los dice la Academia Sueca, en la Literatura, ha dado a las demás.

“Si bien es poco frecuente que escritores elijan moverse fuera de sus lenguas maternas, los científicos hoy en día lo hacen con bastante frecuencia”, nos dice Greta Shum y Tamara Pico, dos articulistas del Scientific American, en su texto “¿Tiene que ser el inglés la lengua dominante de la ciencia?”. Pero ¿qué mueve a un científico a rechazar las posibilidades de su lengua nativa para describir el mundo? Shum y Pico reflexionan al respecto: “En el mundo de la ciencia, donde las revistas en inglés (especialmente las de inglés americano) son vistas como de más prestigio, los autores nativos de lenguas alternativas redactan los manuscritos en inglés y, con frecuencia, después traducen estas obras de nuevo al idioma de su país de origen para que sean publicadas en revistas regionales más pequeñas o actas de congresos.” Es decir, al preferirse una lengua como recipiente del conocimiento implica una discriminación del resto de las publicaciones que se escriben en otro idioma. ¿Qué tiene tan valiosos el inglés que no tengan otras lenguas?, ¿qué me puede contar el inglés que no pueda contarme otras lenguas?, ¿de qué matrices culturales nos perdemos al despreciar otras lenguas como recipientes del conocimiento? “Un científico para el que el inglés no sea la lengua materna, debe forzar sus palabras naturales a un léxico alternativo rígidamente estructurado y este proceso inherentemente cambia la forma en que se registra la ciencia […] la forma en que contamos la historia, la manera en que vemos y percibimos la comunicación”, reflexionan las articulistas del Scientific American en su versión de lengua española.

En Ciencia creo que se ha perdido la batalla de las lenguas; en Literatura tengo la esperanza que aún no, pero al ver el tipo de discusiones, que se generan respecto a la polémica Dylan-Nobel, veo en las masas intelectuales de este país una sumisión a la lengua inglesa, a aceptar el destino trágico de su identidad cultural.

*Casa de las Ciencias de Oaxaca
Camino Nacional 4, San Sebastián Tutla, Oaxaca
Teléfono: 51 7 50 87

Correo electrónico: trinofiesa@gmail.com

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